𝙷𝚊𝚗𝚊𝚐𝚊𝚔𝚒 𝚃𝚊𝚔𝚎𝚖𝚒𝚌𝚑𝚒 𝙰𝚄

2.2K 131 9
                                    

Todos son mayores de edad en este One Shot
(Trans)Female Reader

Caminaba por la calle, rumbo a un restaurante a unos minutos de mi casa. Esa noche había decidido darme un capricho y disfrutar de tiempo a solas.

Poco a poco iba superando esa ansiedad de comer sola en un restaurante, así que esta vez me resultó más fácil.
Me había estado mimando todo el día. Me había duchado, preparado mi comida, cuidé mi piel y me preparé para salir por la noche, no sin antes recoger un poco mi casa.

Paseé un poco y llegué a Roppongi, me gustaba ver las luces brillantes que la alumbraban de noche. Me crucé con algunos grupos de gente que iban de fiesta en fiesta, algunos ya estaban pasados de copas.

—¡Oi! —gritaron desde atrás.

Me giré de inmediato, encontrándome a las últimas personas que quería ver esa noche.

—Has cambiado mucho, ¿eh? —dijo un chico del grupo.

—¿Te has operado por fin? Yo quiero ver —dijo otro.

—Que asco.

Todos aquellos hombres, cuatro en total, fueron mis compañeros cuando iba a secundaria. Esa época fue muy mala para mí ya que acepté quien realmente era, pero nadie en mi entorno lo aceptaba. Me hicieron la vida un infierno hasta que terminé el instituto.

—Déjenme en paz.

—¿Por qué? Estamos disfrutando de este bonito reencuentro, ¿tú no? —el que habló se acercó a mí y pasó su brazo por mi hombro.

—No quiero hacer nada de lo que me arrepienta.

—¿Qué intestas decir?

—¿Quieres pelea o qué?

Antes de que pudiera responder, un chico se acercó.

—¿Hay algún problema? 

Era un chico pelinegro y de estatura media, sus ojos intensos me miraban con intención de ayudarme. Detrás de él había un grupo de chicos, algo alejados, seguro que eran sus amigos.

—Lárgate y métete en tus asuntos.

—Estoy bien —dije, sin apartar la mirada de él. Había algo en ese chico que me atraía.

—¿Has venido con tus amigos a una pelea, cobarde?

—Estoy aquí solo frente a ti, así que no me llames cobarde —plantó cara al líder.

—¿Crees que te ves amenazante? —rio y golpeó suavemente su hombro—. No asustas a nadie.

Sin previo aviso el pelinegro le soltó un puñetazo a mi antiguo compañero de clase. 

—No te demores mucho, Takemicchi. Hemos quedado en diez minutos con los gemelos —dijo uno de sus amigos, un pelinegro alto con un tatuaje en la cabeza.

—¿Ya me tienes miedo? —dijo Takemicchi mientras el otro se tocaba la mejilla recién golpeada.

—A ti no te tengo miedo —dijo, limpiándose la comisura de los labios, ya que goteaba un hilo de sangre por ella.

—¿Seguro? Porque yo lo veo en tus ojos —y de nuevo lanzó un puñetazo directo a su mandíbula. 

Me preocupó que ese solo hombre peleara contra cuatro, era una total desventaja. Sin embargo, me sorprendí cuando ya había dejado inconsciente a uno de ellos.

La pelea duró poco, la policía aún no había llegado cuando Takemicchi se sacudió la ropa. Estaba magullado, pero no se rindió. Se había metido en una pelea por una mujer que no conocía.

—¿Estás bien? ¿Te han hecho algo?

—Estoy bien... Gracias, Takemicchi.

Él sonrió, algo sonrojado y mirando hacia otro lado.

—Aún no sé como te llamas.

—[Tn] —sonreí.

—Bonito nombre —se giró a ver a sus amigos y luego me miró—, ¿quieres venir con nosotros? Vamos a un karaoke cerca de aquí.

—Bueno, yo me iba a casa, pero... está bien.

Al fin y al cabo, no tenía nada mejor que hacer en casa. Además, quería conocer más a Takemicchi y saber qué se le pasa por la cabeza para meterse en una pelea así por una desconocida.

Por el camino, me presentó a sus amigos. El pelinegro de la cabeza rapada era Draken, quien estaba conversando con un hombre mucho más pequeño y rubio que se llamaba Mikey. A su lado habían dos hombres, Hakkai y Mitsuya; por lo que Takemicchi me había contado trabajan juntos. Había un par más de hombres, pero ya no recordaba sus nombres, aunque si que algunos dirigían una tienda de mascotas o algo así.

Llegaron al karaoke antes de lo que me imaginaba y allí les esperaban otros dos hombres, gemelos casi idénticos. Smiley y Angry nos guiaron hasta la habitación que habían reservado por esa noche.
Había un par de sofás, una gran tele y varios micrófonos. Mikey se lazó a por ellos apenas entró en la habitación.

—Voy a por una copa, ¿vienes? —me preguntó Takemicchi y yo le seguí.

Había que salir de aquella habitación y pedir en una barra de la entrada, luego nos las traerían.

—¿Conocías a esos tipos?

—Eran unos antiguos conocidos, nunca se portaron bien conmigo... Así que gracias por intervenir, no creo que pudiera hacerles frente sola. Ellos me traen recuerdos que creí que nunca volverían a pasar por mi mente.

—Vaya... lo siento mucho. Ahora me alegro de no haber dudado cuando te vi frente a ellos.

Sonreí y miré al frente, ya que habíamos llegado a la barra. Pedimos bebidas para todos y Takemicchi fue el que pagó.

—¿Tú pagas todo? —pregunté algo confusa.

—Hace unos días hicimos una apuesta y la perdí —le miré con curiosidad—. Mi amigo Draken tiene una hija y debía hacerle reír o pagar una ronda la próxima vez que quedáramos.

Le sonreí mientras comenzaba a caminar de nuevo hacia sus amigos.

—Vamos —dijo con una sonrisa.

Sin duda ese hombre era distinto al resto.

Esa fue una de las mejores noches que recuerdo, me divertí mucho con los chicos y me trataron como a una amiga. Incluso Mikey me pidió que cantase una canción con él.

De lo único que me arrepentí fue de no pedirle el número, luego fue muy difícil volver a contactar con él.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora