𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

𝙼𝚊𝚝𝚜𝚞𝚗𝚘 𝙲𝚑𝚒𝚏𝚞𝚢𝚞

·idontwannabeyouanymore - Billie Eilish·
Female Reader

Me senté en mi sitio y suspiré, cerrando los ojos.
Unos toques en mi hombro me hicieron levantar la vista.

—¿De nuevo tu hermano? —preguntó Chifuyu.

Asentí y se agachó a mi lado, poniendo una de sus manos en mi pierna.

—¿Qué ha dicho ahora?

—Que llevar un vestido ajustado es lo que te hace una puta.

Chifuyu suspiró y se levantó. Atrajo mi cabeza a su abdomen y me abrazó.

—¿Fue por la fiesta de ayer?

Asentí de nuevo y le correspondí el abrazo.
Las lágrimas comenzaron a salir y me aparté para no mojar su uniforme.

Me miró y secó mis lágrimas.

—Todas las lágrimas que derramaste por sus comentarios podrían llenar una piscina.

—Él tiene un tipo de humor que desearía vender —sonreí un poco.

Agaché la mirada y suspiré.

—No me gusta que llores —me tomó la barbilla y me obligó a mirarle. Me sonrió y no pude evitar sonreírle de vuelta.

Mi hermano solía molestarme mucho sobre el tipo de ropa que me ponía y Chifuyu me ayudaba cuando sus comentarios me afectaban demasiado.

Lo conocía de la escuela, estábamos en la misma clase y nos comenzamos a llevar bien después de que Baji le evangelizara y dejara de ser el matón de clase.

Me sentía culpable en parte por no contarle toda la verdad.
Mi hermano era Hanma Shuji y causaba bastantes problemas en su pandilla.
Simplemente no podía decírselo, no quería que me odiara por ello.

Por alguna razón, nunca relacionó mi apellido con Shuji, pero agradecía eso.

La clase comenzó y Chifuyu ocupó su sitio, delante de mí.

Su mano se coló por detrás de su silla y dio unos toques a mi pierna. Acerqué mi mano a la suya y entrelazó sus dedos con los míos.

Sentí una calidez en mi interior, además que mis manos dejaron de estar frías por su contacto.
Aún así, me sentía insegura.
Él siempre mostraba cariño hacia mí, pero nunca dijo nada al respecto, ni un simple te quiero.

Las clases terminaron y tuve que volver a casa, allí me esperaba Shuji.

—¿Qué tal en la escuela hoy, hermanita? —dijo acariciando mi cabello de forma cariñosa.

—Bien...

—Te conozco demasiado bien, te pasó algo. ¿Fue por lo que dije ayer? Si es por eso, lo siento.

Desearía que pudieras sentir lo que dices —pensé—. Me voy a mi habitación —dije antes de irme, dejando mis zapatos junto a la puerta.

Cerré la puerta de mi habitación después de entrar y me tiré a la cama, comenzando a derrumbarme.

No reaccioné hasta que escuché el sonido de unos motores. Reconocí esos sonidos.
Me asomé por la ventana y vi a Chifuyu y sus amigos, montados en sus motos.

—¿Seguro que aquí vive [Tn]-chan? —preguntó Mikey, alzó la mirada y me vio. Agitó su mano con una sonrisa—. ¡Hola!

—¿Q-qué hacéis aquí?

—Pasaba a recogerte para pasar un rato juntos y ellos me querían acompañar —dijo el rubio, algo avergonzado.

—Tenéis que iros, mi hermano-

No pude terminar la frase, la ventana de al lado, la del cuarto de mi hermano, se abrió y salió Shuji, fumando. 

—Vaya... ¿qué hacen aquí los chicos de ToMan?

—¿Tu hermano es Hanma? —dijo Draken, algo desconfiado.

—Si, pero...

—Vámonos, chicos —dijo Chifuyu, sin mirarme. 

Arrancaron sus motos y se marcharon, dejándome allí, aún asomada a mi ventana.
Shuji llegó a la puerta de mi habitación, aún con el cigarrillo en su mano.

—No sabía que eras la chica de-

—Fuera —le empujé un poco y cerré la puerta de mi habitación.

Me tiré sobre la cama y abracé mi almohada.
Chifuyu se había marchado, seguro que estaba dolido porque no le dije quién era mi hermano.

Aún seguía pensando en eso por la mañana mientras caminaba hasta la escuela.
No había dormido mucho y estaba agotada.

Mientras los alumnos entraban en la clase y el profesor venía, el rubio se me acercó, logrando que me pusiera nerviosa.

—¿Podemos hablar luego? En el descanso.

Asentí y me recosté en la mesa.
Mi mente comenzó a maquinar sobre todo lo que podía pasar. ¿Qué podía decirme? Seguro que me acusaría de ser una espía enviada por mi hermano para arruinar a la ToMan o algo parecido.

Cuando llegó el descanso, Chifuyu se dio la vuelta en su asiento y me agarró la mano para arrastrarme hasta un lugar con menos gente.

—Solo quería preguntarte algo... ¿te acercaste a mí porque lo dijo tu hermano? ¿Tu objetivo es-?

—Sabes la manera en la que me quiebro con él, nunca le obedecería.

—Genial —sonrió e intentó abrazarme, pero aún seguía molesta—. ¿Qué ocurre?

—Ambos hemos cometido errores. Tuve que decirte quién era mi hermano y lo siento.

—Perdona por irme ayer, estaba furioso.

Le miré unos segundos y él se puso nervioso.
Comencé a sentirme molesta y no solo por el tema de Shuji.

—Chifuyu, llevas un tiempo a mi lado y realmente no sé qué sientes. Mandas mensajes contradictorios.

—¿Q-qué?

—Si un te amo fuera una promesa, ¿la romperías, si eres honesto?

Me miró algo sorprendido y sonrojado.
En un rápido movimiento, agarró mis mejillas y me acercó a él, dejando un suave pero corto beso en mi labios.

Se alejó rápidamente y me miró con sus mejillas completamente rojas.

—Me gustas mucho, [Tn].

Sonreí y agaché la mirada, con un leve sonrojo.

—También me gustas —susurré.

Entonces apareció Baji y se quedó quieto.

—Os estaba buscando, pero veo que interrumpo algo —dijo con una sonrisa—. Os espero en la cafetería.

Se marchó con una sonrisa juguetona y nos miramos.

—¿Vamos con él?

—Está bien.

Caminamos lentamente y él agarró mi mano en el camino. 
Me sonrojé un poco y sonreí.

—¿Ya estáis saliendo chicos? ¿Os habéis besado? La has invitado ya a tu casa, ¿no, pillín? —comenzó a hablar Baji cuando nos vio de la mano.

—N-no seas así, Baji-san...

—Si, estamos saliendo —dije feliz.

Él me miró con una sonrisa y apoyó su cabeza en mi hombro.