𝚂𝚑𝚒𝚋𝚊 𝚃𝚊𝚒𝚓𝚞

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·Happier than ever - Billie Eilish·
Female Reader

—No creo que pueda hacer esto, Yuzuha —dije preocupada.

—Solo tienes que decirle cómo te sientes.

Jugué con mis dedos en mi regazo.
Estaba en la casa de los Shiba, esperando que el hermano mayor llegara.

Hace poco había ocurrido la pelea entre hermanos y Taiju había decidido irse de la ciudad, pero quería llevarme con él.

Llevábamos saliendo desde el instituto y le aguantaba por costumbre, pero lo cierto era que no quería seguir con él.

Era demasiado agresivo con sus hermanos, aunque conmigo era diferente. Aún así, no podía aguantar su actitud. Me prometió que nunca me pegaría, que solo pegaba a sus hermanos para educarlos y cosas así. Siempre estuve preocupada por ellos y les cuidaba siempre que podía.

Escuché mi móvil sonar y lo cogí, escuchando unos motores y unas risas.

—¿Taiju? ¿Eres tú?

—¡[Tn]! Ya voy para casa —dijo entre risas y claramente borracho.

—Taiju, no deberías conducir borracho.

—¡No pasa nada, mujer! ¡Estamos por la autopista, en diez minutos llegaré!

—¿Me estás llamando mientras conduces?

—Si.

Se escuchó los rugidos de los motores más altos y me colgó.

—¿Era él? —preguntó su hermana y yo asentí.

Suspiré, sintiendo una presión en mi pecho. Intuía que algo malo pasaría si conducía en ese estado, pero no podía hacer nada.

—No te preocupes, si le pasa algo es porque se lo merece.

Pensé que tendría más miedo al ser su pareja, pero realmente solo estaba preocupada. En el fondo ya no sentía nada por él, solo afecto. Llevaba muchos años a su lado, pero la verdad es que a veces me hacía sentir miserable.
A veces me sentía sola aunque saliera con él.

Lo cierto es que nunca hablé con nadie de lo mal que me hacía sentir hasta hace unas semanas. Hablé con sus hermanos y ellos me apoyaron en mi decisión: acabar con nuestra relación.

Contuve el aliento al escuchar la puerta abrirse, y me preocupé aún más al ver que era Hakkai.

—¿Aún no vino Taiju?

Yuzuha negó y pasé mis manos por mi pelo.
El menor se acercó a mí y me abrazó.

Tras una hora, mi móvil sonó de nuevo y lo cogí. Era Taiju.

—Lo siento, amor. Mis amigos me arrastraron a otro bar —dijo con una pequeña risa.

—Solo escuchas a tus putos amigos —dije, harta—. Ven ahora mismo a casa.

Le colgué y tiré mi móvil sobre la mesa, provocando un fuerte sonido por el choque.

—Tranquila, sabes que es idiota.

—Es un imbécil —suspiré.

Unos minutos después, se escuchó un motor fuera de casa y ambos hermanos me dejaron sola para hablar con él más cómoda.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora