𝙺𝚊𝚠𝚊𝚝𝚊 𝙽𝚊𝚑𝚘𝚢𝚊

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·Viernes 13 - Marcos Menchaca·
Male Reader

Me desperté por el reloj de mi mesita, que comenzó a sonar hasta que lo apagué.

Miré mi teléfono y vi el fondo de pantalla. Era una foto de Smiley conmigo en su moto. Ambos teníamos unas enormes sonrisas, mostrando nuestros dientes y con los ojos casi cerrados.
Luego vi unos mensajes que me hicieron sonreír.

Mi pandillero fav 😁🧡:
Hola, mi amor
Ya me desperté para ir a tu casa <3

Buenos días<3
Voy a vestirme, ahora nos vemos ;)

Miré el reloj de mi mesa, ponía 13/05 en una de las esquinas. Sonreí y me levanté de la cama.
Me preparé para ir a la escuela y salí de casa con la mochila al hombro.
Me despedí de mi madre y cerré la puerta.

Caminé un poco y apareció una moto, sonreí al ver al chico que la montaba.

—Buenos días —dijo Nahoya con su característica sonrisa, besando mi frente.

—¿Cómo estás? ¿Dormiste bien?

—Si, ¿y tú? —dijo tendiéndome un casco.

—Estoy bien, pero sigo candado, aunque dormí temprano.

Me puse el casco y monté tras él. Le abracé con una sonrisa y olí su perfume. Nahoya tenía algo que no me paraba de enamorar.

—Hoy por fin es viernes —dijo él, mientras arrancaba—, eso significa que...

—Falta solo unos días para el cumpleaños de Angry —bromeé.

—¡Y para el mío también, [Tn]! Eres mi novio, deberías saberlo.

—Ya lo sabía —sonreí.

Su moto paró un poco después y miré hacia la puerta de mi escuela, donde los alumnos comenzaban a entrar.

—Me voy o llegaré tarde.

Cuando di un paso, Smiley me agarró la muñeca.

—¿Y mi beso?

Sonreí y dejé un suave beso en sus labios.
Nos miramos unos segundos sin decir nada, solo sonriendo.

—Nos vemos luego —dije, acariciando su mano y caminando hacia atrás hacia la puerta.

—¡Pasa un buen día! —dijo aún sonriendo.

Pasé el día pensando en él, quería volver a estar con Smiley.
Siempre le extrañaba aunque le hubiera visto hace unas horas.

En el descanso de la comida, hablé con mis amigos, que estaban en otras clases.

—Ya hemos pillado que estás enamorado —dijo Saeko, mi mejor amiga—, pero deja de hablar de él, por favor.

—Perdona, pero es que...

—¿Acaso tenéis futuro? —dijo Tadashi, quien me miraba preocupado—. Dijiste que era pandillero...

—Si, lo es. Yo pienso que podemos tener futuro. Nos queremos y... Él me lleva a pensar en una vida donde estemos juntos y le pueda cuidar...

Me perdí en mis pensamientos, recordando las primeras veces que nos vimos. También el día que los gemelos llegaron a mi casa en la madrugada porque habían perdido una pelea y estaban heridos.
Pasé esa noche junto a Nahoya, quien se había llevado la peor parte.
En ese entonces ya me gustaba y me encantó cuidar de él.

Volvimos al aula un tiempo después.
Las clases me agotaron mentalmente, ese día había tenido mala suerte en todas las asignaturas, ya que habían dado mucho temario y además mandaron tareas.

Al salir de la escuela, me dirigí a Smiley con un puchero y los ojos cansados.

—¿Qué ocurre?

—Necesito despejar mi mente, estoy saturado por la escuela.

—Vamos a tu casa, haré tus tareas y tú podrás leer el manga que te presté.

—No hace falta...

—¿No te fías de que haga tus tareas? —preguntó ofendido.

Asentí y reí, monté tras él y me llevó a casa.
Saludamos a mi madre y fuimos a mi habitación, donde acabé mis tareas y me acosté en la cama junto al chico.

Él se recostó en mi estómago y acaricié su pelo, jugando con sus rizos.

—Te amo, nadie nunca te querrá como yo lo hago —dijo de la nada. Me sorprendió, pero sonreí unos segundos después.

—Yo también te amo —él alzó su cabeza y me miró.

Admiró mis ojos durante unos minutos. Disfruté del silencio y suspiré mientras seguía jugando con su pelo.

—Tienes algo particular que te hace especial, Smiley —susurré con una pequeña sonrisa—. Tú pones buena suerte en mis viernes 13.

Besé su frente y me recosté en la cama, comenzando a sentirme más cansado.

—No te duermas ahora, si no te dormirás tarde esta noche —me reprendió Nahoya.

—Pero tengo sueño —me quejé.

—Veamos algo si quieres y esta noche te acuestas temprano. Te conozco y quiero que esta noche duermas bien —besó mi frente y se levantó, prendiendo la tele de mi cuarto.

No pasó mucho tiempo cuando fue Nahoya quien se durmió, intenté despertarle, pero no quiso.

Reí y besé su frente, caminando hacia mi escritorio para buscar el manga que estaba leyendo.

Esperé que se despertara de su siesta y nada más me vio, me sonrió.

—Lo siento, es que estaba cómodo y me dormí —rio.

Revisó su teléfono y miró la hora.

—¡Mierda! Tenía una reunión con la pandilla hoy.

Se levantó de la cama y cogió su chaqueta para dirigirse a la puerta.

—Te quiero, cuando llegue a casa te envío un mensaje.

—Cuídate —dije con una sonrisa.

—Siempre lo hago —me besó y se fue.

Me quedé allí sentado, pensando si realmente teníamos futuro como pareja. Y la respuesta era si, yo veía una vida preciosa junto a él en un futuro.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora