𝙱𝚊𝚓𝚒 𝙺𝚎𝚒𝚜𝚞𝚔𝚎🔥

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⚠️SMUT (sexo explícito)⚠️
Imaginemos que Baji llegó al futuro y tiene su tienda de animales :')
Male Reader

Posé para una última foto y sonreí orgulloso del resultado.
Esa tarde me apetecía mandarle nudes a mi novio.
Así, elegí las tres fotos que más me gustaron y le envié una.
Pasaron unos minutos hasta que me contestó:

JESUCRISTO EN MOTO, Y ESE CULAZO?

AAAAAH POR QUÉ ME ENVÍAS ESTO MIENTRAS INTENTO TRABAJAR

DIOS 😳😳

NO CALIENTES LA COMIDA SI NO TE LA VAS A COMER

DIOS, ERES PERFECTO

Seguidamente le envié otra y me contestó al momento:

Te puedo morder una nalga? 😏🔥

Por último le envié mi favorita, en esa foto había salido más sexy aún.
No recibí un mensaje, si no una llamada.

Espero que tengas la casa sola —dijo cuando descolgué.

—Mi compañera de piso está fuera—yo reí, pero él iba en serio.

Ya voy en camino.

Colgó y yo fui a la ducha rápidamente. Apenas salí, él ya estaba fuera de mi casa.
Nada más abrir la puerta se abalanzó sobre mí para besarme.
Entramos en casa mientras él me besaba.
Yo aún llevaba la toalla atada a la cintura, así que se fue cayendo conforme él me empujaba hasta el salón.
Me sentó sobre el sofá y me miró desde arriba con una sonrisa mientras pasaba su mirada por mi cuerpo, algo mojado aún.

Se sentó sobre mí, con las piernas a cada lado de mis caderas. Sus manos pasaron por mi nuca para atraerme a él.
Sus ojos se clavaron en los míos y sus dedos acariciaron mi piel mientras sus labios rozaban con los míos.

Acabé con la distancia y nos fundimos en un beso necesitado. Él movía sus caderas sobre mí para excitarme y de la misma manera él conseguía placer.

Suspiré cuando sus manos bajaron por mi abdomen, clavándose en mi piel a medida que el beso subía de tono.
Poco después se separó para quitarse los pantalones y la camiseta. Volvió a sentarse sobre mí, su miembro rozaba con mi abdomen y no pude evitar tocarlo.
Él gimió y llevó su mano hacia atrás, donde mi miembro descansaba en su trasero. Lo masajeó un poco hasta que lo puso en su entrada.

—¿No te dolerá? Es mejor que-

—No, no puedo aguantar más —susurró él en mi oído. Entonces bajó bruscamente y soltó un gemido de dolor, pero pronto comenzó a moverse.

Yo lo cargué en brazos y agarré sus caderas para moverlas en el aire mientras me dirigía a mí habitación.
Salí de él, lo tumbé sobre la cama y busqué el lubricante.

—Así se sentirá mejor —dije moviendo mis dedos lubricados por su entrada. Él suspiraba y movía su cabeza levemente.

Su pelo se posaba suavemente sobre las sábanas y enmarcaba su perfecto rostro, ahora algo rojo.

Volví a entrar en él, esta vez más lento. Sus paredes se cerraron alrededor de mi falo y gemí.

—Más rápido —gimió.

Yo le hice caso y aceleré el ritmo. Pronto se escucharon por la habitación nuestros cuerpos chocando y algunos gemidos.
Aproveché que tenía una vista perfecta de su cuerpo para pasar mis manos por él.
Keisuke estaba en su límite, lo supe cuando comencé a masturbarle.
Agarró mi mano y apretó su agarré mientras gemía más alto.

—Voy a correrme —gimió.

Y lo hizo unos segundos después. Se quedó respirando con dificultad hasta que le moví para que quedara bocabajo. Agarré sus nalgas y luego su cintura para acercarle a mí.
Volví a entrar y mantuve el ritmo, haciéndole gemir de nuevo.

Pasé mis manos por su espalda y agarré su cabello, continuando con las embestidas.

—Se siente bien, ¿eh? —pregunté cuando comenzó a gemir más alto.

—Si... Si, no pares —suplicó.

No paré hasta que él arqueó la espalda, gimiendo más alto y corriéndose de nuevo mientras apretaba las sábanas entre sus dedos.
Yo salí de él y me masturbé hasta acabar en su espalda baja.

Me tumbé a su lado y nos quedamos respirando con dificultad hasta que él se incorporó unos minutos después.

—¿Vamos a la ducha? —me sonrió.

Se levantó sin esperar a que respondiera y me arrastró hasta el baño.
Mientras el agua corría me besó de nuevo y entramos en la ducha a ciegas. El agua fría corrió por mi espalda y ahogué un grito, aunque seguí con el beso.
Luego se calentó, al igual que nuestros cuerpos.
Nuestras erecciones se rozaban mientras nuestras manos recorrían el cuerpo del otro.

—Keisuke —gemí cuando comenzó a besar mi cuello y lo mordió.

Él sonrió y siguió besando, mordiendo y marcando mi piel hasta que se quedó de rodillas. El agua caía sobre su cabeza y mojaba su pelo.
No dudó en meter mi miembro en su boca y comenzar a chuparlo. Yo agarré su cabello mientras lo hacía... Dios, que bien lo hacía.
Yo corté el agua poco después, ya nos ducharíamos más tarde.

Cuando se separó me dio la vuelta bruscamente y pasó su miembro por mi trasero hasta que lo metió dentro de mí sin piedad.
Yo gemí y me pegué a la fría pared mientras él comenzaba a embestirme sin parar.

—Keisuke, más de despacio —gemí—. Es demasiado...

Él ralentizó el ritmo, pero iba más profundo.
Yo sentía muchas cosas en ese momento. No controlaba mis acciones. Mis gemidos salían sin control. Mis manos se movían sobre la pared, intentando aferrarme a algo sin mucho éxito.
Fueron unos minutos intentos y entonces comenzó progresivamente a acelerar el ritmo de nuevo, pero con movimientos más torpes. Estaba a punto de correrse, y yo también.

Él acabó primero, sacando su miembro y eyaculando sobre mi espalda baja. Su mano pasó por mi espalda, luego por mi abdomen y terminó agarrando mi miembro y masturbándolo mientras pasaba su otra mano por mi cuello y aplicaba un poco de presión.

Arqueé un poco la espalda cuando sentí el orgasmo cerca. Su mano impedía que el oxígeno llegará de forma correcta a mis pulmones. Podía respirar, pero con dificultad. Justo como me gustaba.

Cómo no llegaba mucho oxígeno a mis pulmones, tampoco llegaba a mi cerebro, eso me hacía sentir relajado, como en una nube. Justo cuando me corrí lo sentí más intenso, pasando mi mano hacia atrás y agarrando la cintura de Keisuke mientras viraba los ojos.

Respiré mejor cuando apartó su mano y se alejó un poco.
Esta vez sí nos duchamos y volvimos a mi cuarto.

Pasamos la tarde en mi cama, abrazados, mientras veíamos una película que nos costó decidir, ya que él solo quería ver Aladdin y no estaba abierto a otra opción.
Terminamos viendo esa peli, él al menos quedó feliz.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora