𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

𝙺𝚊𝚣𝚞𝚝𝚘𝚛𝚊 𝙷𝚊𝚗𝚎𝚖𝚒𝚢𝚊

Parte 2/2
Female Reader

Cuando el curso escolar ya estaba acabando, al fin pude relajarme un poco. Había aprobado todas las asignaturas y solo me quedaban algunos días antes de las vacaciones.

—Oi, [Tn] —aquella odiosa voz se acercaba a mí.

—Hola, Hanemiya —dije, aún caminando por el pasillo hasta clase.

—¿Has oído lo de la fiesta de fin de curso?

—Si, no pienso ir.

—¿Por qué? Todos los de nuestro curso van a ir.

—Por eso mismo —le miré.

—Tienes que venir, si no perderé mi único entretenimiento.

Rodé los ojos y me puse frente a él.

—¿Irás en traje?

—Por supuesto.

—Entonces voy, no quiero perder la oportunidad de reírme de ti —sonreí y entré en clase.

Odiaba la sensación que me hacía sentir Kazutora. Eran unas pequeñas mariposas en el estómago, pero rápidamente intentaba ahogarlas. Me negaba a sentir algo romántico por él.

Cuando llegué a casa, decidí preparar lo que me pondría para el baile. Esa tarea me puso nerviosa... Quería verme linda.
Mi hermano y mi madre intentaron ayudarme, pero al final escogí el conjunto que más me gustó y con el que estaba más cómoda.

Justo el último día de clase volví a casa y empecé a vestirme para el baile.
Mi hermano también iría, así que a veces se pasaba por mi habitación mientras yo intentaba recoger mi pelo.

—Si ocurre algo esta noche ven a buscarme —le dije, mirándole a través del espejo.

—Tranquila, ya no se meten conmigo. No desde que Kazutora espantó a los abusones.

—¿Qué?

—Cuando empezasteis a ser más amigos, él se aseguró de que nadie se metiera conmigo, fue muy guay. Dijo algo como: "Si le tocáis un solo pelo de la cabeza, os mataré con mis propias manos" o algo así.

Él sonrió y volvió a su habitación.
Lo que acababa de decirme me calentó el corazón e hizo que aumentaran las mariposas de mi estómago.

Cómo no iba a enamorarme de él si se preocupaba así a mi hermano.
NO.
No estoy enamorada. De él nunca.

Mi madre nos llevó a la escuela unos minutos antes de que empezara el baile.
Ambos bajamos del coche y mi hermano se fue con sus amigos mientras yo pasaba la vista por la multitud.
Había mucha gente. Demasiada.
Justo me di la vuelta para irme cuando choqué con alguien.

—Que torpe eres, [Tn].

Me separé y vi a Kazutora en un traje. Nunca creí que lo vería así. Intenté aguantarme la risa, pero no pude.

—¿Qué te parece? —dijo, contagiado de mi risa.

—Bien, solo que...

Me acerqué y desabotoné los dos primeros botones y aflojé la corbata.

—Así mejor —sonreí, enseguida entré en pánico, rectifiqué mi actitud amable y mi sonrisa desapareció—. Pero tu cara sigue igual de fea.

Entramos a la sala cuando el resto ya estaba dentro.
Las luces y la decoración era excesiva, pero supongo que así suelen ser los bailes.

—Vamos, arrasemos con la comida —dijo él.

—Esa es la idea más inteligente que has tenido en tu vida —dije, siguiéndole hacia una mesa.