𝚁𝚢𝚞𝚐𝚞𝚓𝚒 𝙺𝚎𝚗 𝚡 𝚂𝚊𝚗𝚘 𝙴𝚖𝚖𝚊

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·A Thousand years - Christina Perri·

SPOILERS DEL MANGA

Se trata el tema del más allá. 
Esta vez es un concepto diferente. Se trata del lugar favorito de cada persona. En el caso de Draken y Emma es Dogenzaka, un barrio de Shibuya. Así que al estar muerto aparecerá allí, su lugar favorito y totalmente tranquilo.

Narra nuestro pandillero pelón

—Voy en camino, Emma —susurré, mirando el techo de la ambulancia.

Cerré los ojos, poco a poco, dejando todo atrás.
Pero ya nada me importaba, me encontraría de nuevo con ella. Cuando le viera, mi corazón no latirá rápido como a los protagonistas de algunos mangas que lee Chifuyu. Solo lloraría al verla.

Solo la abrazaría, lloraría y no me separaría de Emma.

No sabía donde aparecería, no creía del todo en eso del cielo y del infierno, pero solo esperaba encontrarla donde quiera que fuera.

Escuchaba los últimos sonidos antes de que todo quedara completamente tranquilo. Mi cuerpo parecía liviano y no sentía nada a mi alrededor.

Sin abrir los ojos, noté una mano que me empujaba hacia adelante para caminar. Me encontraba de pie... ¿acaso no estaba antes en la camilla?

De repente, abrí los ojos y estaba en medio de una calle.
No había nadie más, solo algunos coches aparcados y poco más. No había rastro de quien me agarró la mano

Caminaba despacio, buscando a alguien. No quería estar solo.

Tras unos minutos, me di cuenta de que estábamos en Dogenzaka, un barrio al que iba seguido con Mikey y Emma. 
Las tiendas donde íbamos seguían abiertas, pero nadie se encontraba allí.

Parecía como si el tiempo se hubiera detenido y todo ser humano hubiera desaparecido. 

Una presión comenzó a aparecer en mi pecho. Me sentía solo... necesitaba a alguien... necesitaba a Emma.

—Emma —la llamé, esperando alguna respuesta, aunque fuera improbable que apareciera.

Esto era injusto, siempre pensé que cuando muriera la vería... ¿dónde está ella?

—¡Emma! —mi voz se volvió más desesperada. Unas lágrimas amenazaron con salir de mis ojos—. ¡No quiero estar solo, quiero estar contigo!

Seguí caminando hasta que vi un lugar especial. Era la sala de recreativos donde conseguí el oso de peluche rosa que le regalé una vez a Emma.

Entré solo para recordar viejos tiempos, ya perdí la esperanza de encontrar a alguien.
Recordé cuando Mikey se enfadaba por no ganar en los juegos, pero era tan orgulloso que no pedía ayuda.

Me senté frente a una máquina y no paré hasta conseguir el mismo osito rosa. Al tenerlo en mis manos sonreí con un poco de tristeza. 

Me levanté y salí de allí, llevando al peluche en la mano.

Me senté en unas escaleras de la entrada de un restaurante y eché la cabeza hacia atrás para mirar al cielo. Luego apoyé mis codos en mis rodillas y cerré los ojos. Intenté respirar con normalidad... era irónico que aún respirara estando muerto.

Cada momento me trajo aquí, debía afrontar esto.
Estaría allí solo hasta que algo pasara. No sabía si esto era el cielo o el infierno, pero era una putada.
Esperaba un descanso después de abandonar la vida, pero esto no era para nada lo que me imaginaba.

De pronto noté una mano sobre mi antebrazo. El tacto se sentía igual que cuando me desmayé.
Por un momento pensé que era ella. Deseaba que fuera Emma.

—Draken... ¿eres tú?

Alcé la mirada, poco a poco.
Allí estaba ella. Se había agachado para estar a mi altura y me miraba con una pequeña sonrisa y lágrimas en los ojos.

—Menos mal, llevaba sola-

Paró de hablar cuando la abracé. No dije nada, solo me aferré a ella, recordando su cuerpo inerte tumbado y cubierto por una sábana blanca y no pude evitar comenzara a llorar.

—Tú... moriste.

—Si —susurró ella.

—Y no pude decirte lo que siento —sollocé.

Ella acarició mi cabeza, atrayéndome un poco más a ella.

—¿Sientes algo por mí?

—Joder, si. Fui un idiota con miedo a enamorarme y nunca te lo dije.

Se quiso separar, pero no la dejé.

—Deja que te abrace —susurré, escondiendo mi cara en su cuello—. Te eché mucho de menos... He estado esperando para encontrarme contigo. Te he pensado... te he amado todo este tiempo, Emma.

Finalmente se separó y me sujetó por la barbilla para que la mirara. 

—Draken, ¿por qué estás aquí? ¿Qué ha pasado?

—Ya te contaré, tenemos tiempo —agarré su mano y dejé un pequeño beso en ella.

Nos miramos a los ojos durante unos segundos mientras nuestros labios se acercaban un poco más cada vez.

Finalmente, acabamos besándonos de manera suave y calmada. Unas lágrimas salieron de mis ojos en el proceso.

—¿Qué pasa?

—Siento mucho no haberte protegido —susurré.

—No fue culpa tuya, Draken. 

Me abrazó y escondí mi rostro en su cuello de nuevo.

—¿Qué es eso?

Se separó y cogió algo que había a mi lado. El oso de peluche.

—Esto...

—Lo conseguí, otra vez —sonreí—. Quédatelo.

Ella sonrió y se levantó. Ofreció su mano y, cuando me levanté, caminamos de la mano.
No sabía que nos depararía aquel lugar, pero solo me importaba estar junto a Emma.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora