𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

𝚂𝚊𝚗𝚘 𝙴𝚖𝚖𝚊

·Slumber party - Ashnikko ft. Princess Nokia·
Female Reader

Adoraba pasar las noches en la casa de los Sano.

Emma me invitaba de vez en cuando y nunca me arrepentía de ir.
Sus hermanos me trataban muy bien, incluso sus amigos, los cuales vi algunas veces.

Ahora estaba en su cama, esperando que ella se cambiara y buscara el futón en el que siempre dormía.

—No lo encuentro —dijo regresando a su habitación—. Dormiremos juntas. Ya lo hemos hecho algunas veces, no te molesta, ¿no?

—Claro que no.

Obvio que no había problema, pero me puse nerviosa.
Desde siempre habíamos sido muy cercanas, pero últimamente la he imaginado de otra forma, no solo como una amiga.

Era hermosa y cualquier persona se moriría por ella, pero me sentía culpable. ¿Se molestaría si descubre que me gusta?

Sonreí al ver su pijama, era el mismo que el mío, se lo regalé por su cumpleaños.

—Creo que la cena ya está lista, ¿vamos?

—Voy —me levanté y dejé mi móvil sobre la cama.

Pasé al lado de Emma y le nalgeó, agarrando un poco mi nalga antes de reír.

—Ya sabes que no soy tímida —sonrió antes de salir.

Me quedé inmóvil por un momento.
Ya estaba acostumbrada a eso, nos tratamos así constantemente, pero algo en el tono en el que lo dijo me calentó.

Decidí alejar mis pensamientos y me dirigí al comedor, donde Mikey, Draken, Emma y su abuelo se sentaban.
Me puse junto a Emma y agradecimos por la comida antes de comer. 

Hablamos un poco sobre algunas cosas, hasta que Mikey decidió sacar un tema.

—¿Y qué pasó con ese chico que salía contigo, [Tn]-chan?

—No lo menciones —dijo Emma, enfadada—. Es un idiota que no supo apreciarla. Solo mírala —me señaló con ambas manos—, ella es todo por lo que he estado rezando.

Reí nerviosamente mientras ambos hermanos discutían. 
Mi corazón palpitaba más rápido de lo normal, me desmayaría si Emma dice algo más.

—Si, es hermosa —dijo al fin Mikey.

—Oi, solo yo puedo decir eso —dijo celosa, poniendo una mano en mi muslo.

Dios, esta chica me va a matar.

Un rato después, fuimos a la habitación de Mikey, donde pasamos el rato con los líderes de la ToMan. 
Ella trenzaba el pelo de su hermano y yo el de Draken.

—Necesito más gomillitas, Emma.

Extendí la mano y la chica, que estaba a mi lado me las paso.

—¿Soy una esclava para ti? —dijo con un tono bajo, cerca de mi oído.

Una corriente me recorrió, esa chica sabía lo que hacía.

Unos minutos después, regresamos a la habitación de Emma y husmeé en su armario, siempre me gustaba hacerlo.

—¿Crees que esto me quedará bien? —dije poniendo una camiseta sobre mi cuerpo, viéndome en el espejo.

—Puedes probártelo —dijo ojeando su revista.

Me cambié la camiseta y sonreí al verme al espejo.

—Wow, hace calor aquí —dijo mirándome de arriba a abajo con una sonrisa.

Me sonrojé un poco y me puse de nuevo en pijama cuando mi móvil sonó. Era mi ex.

—¿Qué le pasa a ese? —dijo enfadada, agarrando mi móvil—. ¿Qué quieres?

—¿Dónde está [Tn]? —dijo, al no escuchar mi voz.

—En mi sofá, acabo de darle un cunnilingus.

Abrí los ojos y la miré, ella me guiñó un ojo.

—¡¿Pero qué-?!

—Estábamos jugando a disfrazarnos y una cosa llevó a la otra.

—¡¿Quién eres?!

—Ahora salgo con ella y creo que le gusto mucho, sobre todo cuando le pregunto si puedo-

La llamada terminó ahí, él había colgado.

—Listo, no creo que te vuelva a molestar después de eso.

Dejó mi móvil a un lado y se tumbó en la cama, viendo su revista de nuevo.
Yo me quedé aún impactada, esta chica me impresionaba cada día más.

Cuando me recuperé, me tumbé a su lado y miramos juntas la revista, hablando de los artículos.

Unas horas después, la casa estaba en completo silencio y nosotras luchábamos por no hacer ruido mientras nos reíamos.
No recuerdo qué había pasado, pero su risa me dio risa y fue un bucle sin fin.

—Para ya —se rió en la oscuridad.

—No puedo —susurré, aún riéndome.

Cuando por fin pudimos hablar normal, nos quedamos una frente a otra, aún sonriendo.

—¿Sabes? Me has impresionado mucho cuando llamó mi ex.

—Solo quería que dejara de molestarte.

Incluso en la oscuridad pude ver un pequeño brillo en sus ojos.

—Debes agradecerme lo que hice —susurró.

No veía mucho, pero sabía que ella estaba cerca de mí.

—¿Y cómo puedo hacerlo? —susurré de vuelta.

Antes de que terminara la frase, noté como se movía hacia mí. Su cabeza reposó junto a la mía y sentí sus labios rozar con los míos.

Aguanté la respiración unos segundos y sentí el toque de su mano sobre mi cintura, subió por mi brazo y acabó en mi mejilla.

—Solo quiero un beso —susurró antes de acercarse más a mí.

Nuestros labios se presionaron entre sí y cerré los ojos.
Los movió un poco y reaccioné, posando mi mano en su mejilla.
Sus labios sabían a fruta, tal vez era su labial.

Nos separamos y nos miramos a los ojos unos segundos, aunque inmediatamente me acerqué de nuevo a ella, dejando pequeños besos en sus labios antes de besarla más profundo y lento.

Solo nos separamos un par de veces para respirar rápidamente y volver a besarnos.

—Te quiero, [Tn] —susurró cerca de mi oído.

Temblé ante sus palabras y volví a besarla.
Simplemente me dejé llevar por el momento.
Ella me quería y yo la quería, sería feliz si solo por esa noche dormíamos abrazadas.