City of Sin [ 1 ]

Capítulo 43:

Richard se acercó a ella inconscientemente, cada paso sintiéndose como si estuviera en el país de los sueños mientras la luz parecía a punto de rozar su rostro. Levantó el brazo para tocar el blues danzante, pero sus dedos atravesaron el magnífico color y lo dejaron tocando el cuerpo de Sharon de frente. El punto de contacto pareció explotar con el poder de un hechizo legendario, haciendo que tanto Richard como Sharon temblaran involuntariamente.

Estaba tan asombrado por la belleza y el misterio de Deepblue Aria que ni siquiera podía expresarse en este momento con palabras o sentidos. Descubrió que la sangre turbulenta brotaba de su cuerpo una vez más, la más poderosa que jamás había existido, y esta vez no podía ser detenida. Envolvió su conciencia congelada una vez más. Su mano no pudo evitar explorar más, deambulando instintivamente a lo largo de los muslos relucientes del mago legendario.

En ese momento, Richard de repente sintió como si hubiera despertado un volcán. Se escuchó un estruendo cuando Sharon aparentemente se encendió como una antorcha, las llamas azules brotaron para formar un azul sin profundidad a su alrededor. Apretó los dientes y levantó a Richard de una sola vez, maná ilimitado surgiendo en su cuerpo. ¡Richard mismo comenzó a emitir una tormenta elemental que rasgó su ropa antes de convertirla en polvo!

Con un golpe, Richard fue arrojado al suelo. La superficie era extremadamente dura y el impacto fue fuerte, pero con todo el maná que Sharon había vertido en él corriendo por cada célula, no sintió ningún dolor. Sin embargo, el fuerte impacto aún entumeció sus extremidades, dejándolo incapaz de levantarse de inmediato.

El maná del mago legendario no había sido capaz de suprimir la línea de sangre enloquecida de Richard, e incluso cuando dejó la marca de un hombre maduro apuntando hacia un lado, apuntando a ella. "¡Maldición!" Sharon rechinó, moviéndose diez metros en un instante para aparecer sobre él antes de disparar directamente hacia abajo. Atrajo una banda azul de luz a su alrededor, formando alas gigantes que cubrían la mayor parte de la habitación. Estas alas estaban radiantes, no dispuestas a disiparse tan fácilmente.

El cuerpo de Richard se levantó instintivamente, dando la bienvenida a esta tentación deslumbrante y ambigua mientras un rugido bestial salía disparado de su garganta. De repente sintió que cierta parte de su cuerpo entraba en una región misteriosa, oscura, húmeda y poderosa, y cada poderoso empuje parecía bombardear sus nervios con una sensación aplastante. No pudo evitar aullar, tomando represalias por puro instinto cuando colocó sus manos sobre sus muslos y, agarrándolos con fuerza, hizo todo lo que pudo para meterse más y más profundo. Las cejas fuertemente fruncidas de Sharon primero comenzaron a relajarse, antes de que finalmente se elevaran.

En esa noche predestinada, como soñó Deepblue, un niño se convirtió en hombre. Siete lunas colgaban en lo alto del cielo, tiñendo la noche de siete colores diferentes a medida que se alteraban los destinos de muchas personas.

Sin embargo, incluso los días más especiales pasan, y el Día del Destino no fue diferente. La luz de la mañana brilló sobre el cuerpo de Richard para despertarlo lentamente; había llegado un nuevo día. Encontró a Sharon todavía allí, acostada en un sueño profundo. Su cuerpo parecía impecable bajo el sol de la mañana, brillando con un lustre de marfil. Las dos protuberancias rojizas en su pecho parecían sentir la mirada de Richard, comenzando a temblar ligeramente. Los patrones azules de la noche anterior ya habían desaparecido de su cuerpo, y todo parecía ser un sueño.

Todo era perfecto, pero sus cuerpos estaban colocados de manera extraña. El cuerpo de Richard estaba acurrucado y su cabeza descansaba en la curva del brazo de Sharon. Sus brazos y piernas estaban sobre los de ella, como si tuviera miedo de que ella escapara, o como si le faltara un sentido de seguridad e independencia. El mago legendario, en contraste, estaba recostado casualmente con su brazo derecho alrededor de él mientras dormía con satisfacción.