City of Sin [ 1 ]

Capítulo 143:

Pensando en las cosas por un momento, Richard continuó: "Si el ejército que viene por nosotros es como esperamos, tenemos una posibilidad de éxito. Nuestro primer trabajo es tenderles una emboscada una vez que entren en las montañas, matando a todos sus sacerdotes de una sola vez antes de retirarnos a la base. Entonces podemos hacer uso de la defensa natural, reduciendo lentamente su número, desangándolos hasta que ya no puedan soportar las pérdidas y tengan que retirarse. Normalmente, un comandante aquí retira sus tropas una vez que se destruye un tercio del ejército, a menos que tenga una misión especial o un objetivo fijo. Deberíamos ser capaces de aguantar hasta entonces. Los soldados ordinarios están bien, pero nuestros objetivos principales deberían ser sus caballeros y novicios. ¡Ataca desde las paredes y mátalos al instante!"

Flowsand habló: "Debería recordarte lo de la madre de cría".

"¿La madre de cría? Todavía es una larva..." Richard encontró su línea de pensamiento extraña.

"Tal vez sea así, pero aún tiene habilidades ofensivas. ¿Recuerdas lo que dijo cuando te dijo que podía buscar comida por sí mismo?

Richard frunció el ceño, sumido en sus pensamientos. Su mente se conectó con la madre de progenie en el momento en que pensó en ella, sintiendo que ya había capturado una presa en lo profundo del bosque y se detuvo allí. Estaba comiendo, irradiando satisfacción a través de su vínculo.

"Regresa a la base mañana temprano", ordenó Richard, y la prole respondió afirmativamente.

......

La noche cayó lentamente en esta tierra desconocida. El cielo era de un azul oscuro, casi negro, con solo una luna que emitía una luz pálida que prácticamente estaba ahogada por las resplandecientes estrellas que llenaban los cielos. Aquí había muchas más que se podían ver a simple vista que en Norland, tan llenas que hacían que el cielo nocturno pareciera la falda de una dama, adornada con perlas.

El pequeño pueblo de Osfa normalmente estaría en el mundo de los sueños en este momento, pero había un gran clamor en todo el lugar. Equipos de soldados totalmente armados montaban guardia justo afuera, y solo los caballeros podían dormir cómodamente en las camas del interior. Sus escuderos también estaban en la ciudad, ocupando las casas de los residentes.

Ninguno de los residentes de la ciudad dormía, sino que estaba ocupado preparando la cena para los soldados y aristócratas que habían venido de lejos. La ciudad tenía una población total de solo 300, y con aproximadamente la misma cantidad de soldados que de repente se unieron con diez o más personas poderosas que incluso el alcalde tuvo que inclinar la cabeza, el lugar estaba naturalmente en caos. Olvídate de los propios caballeros, incluso los escuderos podían hacer lo que quisieran en la ciudad.

El alcalde ahora estaba parado dentro de su pequeño pero intrincado comedor, frente a unos pocos aristócratas que estaban cómodamente inclinados sobre su comida.

Sentado en el medio había un hombre de mediana edad con un bigote espeso y una estatura de oso, aparentemente de unos cuarenta años. Tenía una cicatriz viciosa en el cuello, su camisa de lino de cuello alto la dejaba expuesta. La cicatriz era increíblemente llamativa, como un molusco carnoso rojo que descansaba sobre su cuello.

El caballero tragó un trozo de carne de res muy caliente, levantando la cabeza para mirar al alcalde, "¿Todavía no hay noticias de Sir Kojo?"

"No, estimado señor Menta".

"Él podría haberse encontrado con algunos problemas. Parece que tendremos que ser más cautelosos", dijo Menta.

"Tenemos sacerdotes con nosotros, ¿de qué hay que tener miedo?" preguntó un hombre de aspecto malicioso en el otro extremo de la mesa, obviamente mostrando poco respeto por Menta, "¿No dijo el sumo sacerdote Camy que el Dios del Valor le dijo que los invasores eran bastante comunes? Creo que Kojo acaba de descubrir algo valioso de los invasores y planea tomarlo todo él mismo. Si envía un mensaje de vuelta, su parte de las bendiciones y el crédito se dividirá con nosotros".