Rebusqué por los armarios de la cocina, desordenándolos, imaginando que mamá me regañaría cuando lo viera. No me importaba, necesitaba encontrarlo y estaba desesperándome por momentos. Me subí con un poco de dificultad a la encimera para buscar en los muebles de arriba, donde solo vi cacerolas y más comida como pasta y arroz.
Gruñí y cerré el mueble, me bajé con cuidado mientras refunfuñaba y caminaba hasta el salón, donde mi familia estaba tirada en los sofás. Mi hermano mayor, Alex, estaba sonriéndole como un estúpido al móvil, mi madre, Julieta, estaba jugando con mi hermana de cinco años, Amèlie y mi padre, Bastian, estaba viendo la televisión.
— ¿Quién se ha comido el chocolate? —puse mis brazos en jarra esperando que alguien contestara.
— ¿El cocholate? —preguntó Amélie.
— Sí, Am, el cocholate.
— No queda, tus hermanos han acabado con él —dijo mamá sin mirarme.
Suspiré. Me gustaba estar con mi familia, pero ya llevaban un mes conmigo y necesitaba algo de paz y tener chocolate en mi cocina. Había alquilado esta casa enorme para que todos pudiéramos pasar unos días, que se habían convertido en semanas hasta llegar al mes.
Tenía pensado alquilar algo pequeño y acogedor mientras estaba en Los Ángeles. Siempre que había tenido descanso había ido a casa, a Paris, pero esta vez ellos se habían venido conmigo.
Estaba aquí porque tenía entrevistas para promocionar el tour que empezaría. Daría las fechas en Jimmy Fallon y esperaba la acogida del público. Eran muy pocas fechas, como siempre por Estados Unidos. Había venido un par de veces a dar unas cuantas entrevistas de radio y hacer conciertos pero nada comparado con los que daba en Europa y Latinoamérica.
Mi canción Body Heat había subido en las listas de ranking como la espuma gracias a mi mentor David Guetta, que había estado cantándola en un video en Instagram.
Nuestra canción saldría antes de los MTV Music Awards y ya estábamos ensayando la coreografía. Estaba nominada a alguna que otra categoría y aunque no me gustaba asistir a galas, tenía que ir.
— Iré a comprar cosas que hacen falta.
— No hace falta nada —dijo mamá.
— Sí, redbull y chocolate.
— Te va a explotar el estómago —dijo papá apartando su vista de la televisión—, tienes los ensayos, no te quiero mala.
Rodé los ojos. — Tranquilo, papá. No mezclaré. ¿A qué hora era hoy?
— A las seis.
Me giré y caminé hasta llegar a las escaleras y subir. No tardé en llegar a mi habitación y me quité la ropa para ponerme ropa cómoda para poder bailar después. Leggins negras y un top del mismo color. Me coloqué mis adidas y dejé mi pelo suelto. No me molestaría en maquillarme porque pensaba ponerme las gafas de sol, y a decir verdad, estaba volviéndome cada día más vaga, eso, y que iba a sudar en los ensayos.
Cogí la mochila y metí todo lo que me hacía falta, cartera, llaves, móviles y una toalla. Después de un "ten cuidado" de parte de mi padre, salí de casa y me dirigí a mi Jeep. Tenía blindaje y papá se había mostrado satisfecho cuando lo había comprado a pesar de que Alex me había dicho que ese no era el tipo de coche que una mujer llevaría. ¿Por qué no? Me gustaban los coches deportivos y este era perfecto y bonito. Por dentro era de cuero y tenía detalles en rojo.
Dejé la mochila a un lado y conecté el móvil a la radio para poder escuchar alguna de las demos que había estado grabando durante la gira. No quería volver a París después de este tiempo aquí, quería quedarme porque necesitaba cambiar de aires al componer. Quería componer en otro sitio, quería ir a Malibú y sentarme en la playa mirando el mar con mi cuaderno y mi guitarra mientras las melodías venían a mi cabeza. Quería alquilar una casa en la playa para poder tener el estudio al lado.
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Strangers - Justin Bieber
FanfictionHay algo que deberías saber antes de adentrarte en este mundo: 1. En esta industria, nadie es amigo de nadie. 2. Tienes que tener tu espalda muy vigilada si no quieres que te apuñalen. 3. Ignora a la prensa rosa. 4. Tienes que tener a tus fans con...