Strangers - Justin Bieber

Veintiuno; Comme au bateau

Parpadeo un par de veces y mi abuelo empieza a reírse porque me ha llenado de agua utilizando la manguera del jardín. Menos mal que no llevaba mi teléfono en la mano porque había decidido dejarlo a un lado en este tiempo que estaba aquí.

Llevaba tres días con ellos y no podía estar más tranquila. Despejarme de todo había sido lo mejor y sólo hablaba con Justin por mensaje.

Apenas había salido de casa porque no quería dar señales de dónde estaba y que mi puerta se llenara de fotógrafos, aunque admitía que aquí no eran tan agobiantes como en otros países.

Justin tenía tiempo libre en Julio y yo había cogido tres días en los que no tenía que hacer nada para irme a Las Maldivas con él, sin embargo, mi gira aumentaba cada vez más y pensaba que iba a explotar un día de estos.

También me había pedido que fuese a Monaco con él, iban Los Lentz y sinceramente no sabía como mirar a esa familia a la cara después de lo que pasó en su casa.

Justin y yo no eramos muy compatibles en el tema de la religión y me alegraba que él aceptara mi opinión al respecto.

Mi abuela también empieza a reírse y no me queda más remedio que hacerlo también.

— ¿Qué estás haciendo? —pregunto acercándome a él.

— Regando las flores de tu abuela.

— Yo lo haré, ¿por qué no te sientas? Te ves cansado.

— Estoy bien —dice con un poco de dificultad.

— Venga, deja que lo haga —le quito la manguera.

Mi abuelo acepta después de un rato y lo veo irse para sentarse en el porche.

Empiezo a regar todas las flores que tienen y me lleva un gran rato. Había estado viendo alguna que otra serie, haciendo crucigramas con el abuelo, riéndome de los efectos de Snapchat con mi abuela y bebiendo cerveza con Carol.

— ¿De cantante a jardinera?

Escucho la voz de mi prima y me giro con una sonrisa en mi rostro.

— ¿Es que no estoy guapa? —le pregunto.

— Preciosa —observa mi top blanco y mis pantalones cortos de talle alto—. Te falta un sombrero de paja. ¿Tienes un sombrero de paja? —le pregunta al abuelo.

Niego con la cabeza y cierro la manguera. Camino descalza por el jardín y la abuela me da una toalla cuando llego.

— ¿Hasta cuándo estás aquí? —me pregunta.

— Esta noche.

— Ni siquiera hemos salido de fiesta —hace una mueca.

— Lo sé.

— ¿Cuál es tu próximo destino?

— Francia, Latinoamérica, Tomorrowland, Latinoamérica, Dubai, Israel, Sur África y Australia.

— ¿Tomorrowland?

— Ajam. Actúo con Dimitri Vegas & Like Mike.

Carol me mira con una expresión de sorpresa. — Llévame.

— Vente —sonrío—, puedes traer a tu novio.

— Si tú llevas al tuyo.

— Eso es imposible —termino de secarme los pies—. Queremos pasar unos días en Las Maldivas.

— ¡Joder! ¡Qué envidia! —hace un puchero— Sexo salvaje frente al mar.

— Sí, es lo mejor.