Strangers - Justin Bieber

21

Richard me espera en el recibidor del hotel vestido con unos pantalones y una camisa. No vamos a salir del hotel para comer porque eso sería tener a cámaras detrás de nosotros.

— Te confieso que apenas he escuchado canciones tuyas —dice cuando nos sentamos.

— No me sorprendo.

— Quizás en la radio o cuando te busqué en Google para ver quién eras.

— Me dueles —pongo la mano en mi pecho y él se ríe un poco.

— Lo siento. Mi manager me dijo que viera tu entrevista, que me reiría. Y lo hice, la verdad —sonríe—. Nadie me había dicho antes que me quería para desayunar.

— Bueno —me río un poco y cojo mi copa de vino—, no pensé bien en lo que estaba diciendo. Tampoco pensé que llegarías a verlo.

Llevo la copa a mis labios y me siento nerviosa porque esto no estaba en mis planes. Él, no estaba.

— ¿Ya has visto juego de tronos? —Pregunta.

— No, aún no. Apenas he tenido tiempo. ¿Has visto ya mis videoclips?

— He visto algunos —sonríe—. También he leído sobre ti. La prensa dice que quieres cazarme.

Me atraganto con el vino y me río. El tiene una sonrisa divertida en su rostro.

— No quiero cazarte. Que mala imagen tiene la prensa de mí. Normalmente no soy yo la que va detrás de los chicos.

— ¿No? —Alza una de sus cejas.

— ¿Quién se ha acercado a mí hoy?

— Es cierto, he sido yo. Te vi sola y pensé que necesitabas compañía. ¿Siempre estás sola?

Me quedo callada porque sí, la mayoría del tiempo estoy sola.

— Sí, la mayoría del tiempo. No tengo amigos.

— ¿En serio? —Asiento— ¿Por qué?

— No lo sé. No confío en nadie. Ya me han traicionado y... mis amigos cuando estaba en el instituto solo se acercaban por un poco de fama.

— Te entiendo. Supongo que es más fácil cuando eres más mayor o si vienes de algún sitio pequeño. ¿Has visitado Escocia?

— No.

— ¿Qué? ¿No?

— No —me río—. Aún no.

— Te preparé un tour. Es... tienes que ir.

— He visto algunas fotos en tus historias guardadas en Instagram.

— ¿Cotilleandome? —Alza sus cejas y sonrío abiertamente.

Richard era agradable. Su compañía también lo era, por lo que pasamos un buen rato comiendo. Era gracioso y me hacía reír la mayoría del tiempo.

Había gente que nos sacaba fotos y no quería lidiar con los rumores de "una nueva relación". Todo chico que se acercaba a mí tenía que ser mi novio, y a él, le pasaba lo mismo.

Después de comer, nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones y nos cambiamos de ropa. Él llevaba un bañador rojo y una camiseta azul y yo me había puesto un bikini negro y un vestido rojo con flores.

Me pongo las gafas de sol cuando salimos a la parte de la piscina y recojo mi pelo en un moño mientras vamos a la barra.

— ¿Qué vas a tomar? —Me pregunta mirándome tras sus gafas de sol.