3.

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Siento unas palmadas en mis mejillas y abro un poco los ojos. Estoy cansads y me siento muy mal, solo quiero dormir. Reconozco la voz de Scooter, está alterado. ¿Por qué grita?

Solo quiero que me deje dormir.

Cierro los ojos de nuevo y vuelvo a sentir sus grandes manos palmeando mis mejillas.

Siento que tiran de mis brazos, que los siento pesados. ¿Dónde me lleva?

Él maneja mi cuerpo a su antojo y me dejo porque no tengo fuerzas.

Mete sus dedos en mi boca y me dan arcadas. Qué alguien me ayude.

Vomito. Dejo que el líquido ácido salga por mi boca y jadeo. ¿Por qué me hacen esto?

Escucho un pitido en mis oídos y un sudor frío recorre mi nuca.

"Vas a estar bien, no estás sola"

Eso es lo último que escucho de una suave voz femenina antes de dejarme vencer por la oscuridad.


Miro mi reflejo en el espejo y suspiro pesadamente. Tengo que decirlo, tengo que seguir diciéndolo.

— Tengo un pelo y una sonrisa bonita. Me gusta mi cuerpo. Soy feliz y la vida es muy bonita. Tengo que disfrutar de la vida —me apoyo en el lavabo sin dejar de mirarme—. Nadie va a pisotearme, soy guapa y me quiero. Tengo que vivir la vida, soy fuerte. Soy fuerte.

Voy a la sala donde tengo el portatil ya encendido, lista para mi sesión con el psicólogo.

Él está en línea y le hablo. No tardamos en vernos y le sonrío.

— Vaya, me gusta esa sonrisa —dice—, ¿cómo estás, Alissa?

— Bien, estoy bien.

— ¿Qué hiciste estos últimos dos días?

Y se lo cuento. Le cuento que estuve en l estudio con Justin, que después lo acerqué a que recogiera su coche y ya no he sabido nada más de él.

— ¿Y cómo te sientes al pasar tiempo con él? —Pregunta.

Cojo aire y lleno mis mejillas de él porque no sé cómo expresarme. Expulso el aire y hago una mueca.

— A la defensiva, estoy a la defensiva. No me relajo a su lado y estou preparada para atacar.

Él ríe. — Es normal que te pase eso, te ha hecho daño. ¿Te gusta verlo? ¿Te gustaría quedar otro día con él?

— No lo sé —me encojo de hombros.

— ¿Qué sientes por él?

Esa era la pregunta estrella, ¿Qué sentía yo por él? Pues no lo sabía. Es decir, claro que lo sabía, era una especie de amor y odio que no conseguía entender.

— Lo quiero y lo odio —le digo.

Tenía que ser sincera con todo porque él estaba ahí para ayudarme. Todos los que me querían estaban ahí para ayudarme y tenía que dejar que lo hicieran.

Demi Lovato.

Su sonrisa es tan maravillosa que me hace sonreír también. Le doy un fuerte abrazo que ella corresponde. Hacía meses que no sabía nada de ella. Solíamos hablar a veces por mensaje en Instagram y era hora de grabar algo juntas, algo de lo que habíamos estado hablando por mensaje.

— No quiero entrar en tu vida privada —dice sosteniendo su café con una mano—, pero...

— Sí —respondo.

Strangers - Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora