Strangers - Justin Bieber

Dos; vulgar

Los conciertos de Alissa Lassarre no pasan desapercibidos para nadie. Sus atuendos, sus bailes y sus canciones tan vulgares no dejan de estar a la orden del día, la artista hispanofrancesa no asume su baja estatura y se ve en la obligación de llevar altos tacones sobre el escenario. Algo que demuestra que 'nuestra' Alissa es una acomplejada por su tamaño.

Observo el tamaño de mis tacones en el armario y lamo mis labios. Soy una persona considerablemente baja y no sé que problema hay en que me ponga zapatos altos. Muerdo mi labio inferior con fuerza y cierro el armario.

Me miro al espejo de cuerpo entero que hay en la pared y observo mi cuerpo en bikini. Pongo mis dedos en el michelín inferior y lo aprieto.

Me pongo de perfil y suspiro pesadamente. Han estado llamandome tantas veces gorda que me siento mal de verme en bikini.

Me pongo un vestido ancho y meto mis pies en las chanclas. Salgo de la habitación y Am no tarda en venir con su cubo y la pala para que vayamos a la playa.

Carol se viene conmigo también y bajamos a la playa privada del hotel. Frunzo el ceño cuando veo que hay dos paparazzis allí apuntandome con su gran objetivo.

Me pongo en la arena y Am empieza a jugar con Carol mientras miro al mar.

— ¿Estás bien? —me pregunta mi prima sentandose a mi lado mientras mi hermana va a la orilla.

— Sí.

— ¿Cuándo te vas?

— Dentro de dos días creo, tengo que mirar la agenda.

— Que pocos días —me encojo de hombros—. Tu hermano me ha dicho que estás fumando marihuana.

— De vez en cuando, me ayuda a relajarme —toco la arena con mis manos.

— Bueno, mientras que no sea a menudo...

— ¿Nos bañamos? —le pregunto para desviar el tema de conversación—. Si Am se ha metido tan rápido es que tiene que estar muy bien.

— Vale.

Dejo el vestido al lado de los juguetes de Am y recojo mi pelo en un moño para no mojarlo.

Mis pies tocan el agua y está un poco fría, pero no mucho. Carol y yo empezamos a meternos y Am coge mi mano. Hay olas y cojo a Am para que no la lleven. Las tres reímos mientras saltamos las olas y estoy pasandomelo bien, muy bien.

— ¡Me encantan estas olas! —dice Am.

Al final, acabo mojandome el pelo porque levanto a Am para que la ola no le cubra y me cubre a mí. Salgo a la superficie y Carol grita: — ¡Cuidado!

Me giro y veo que viene otra ola, sin embargo, en ella hay un gran pez. Am grita y la ola nos lleva. Me levanto cuando puedo y ayudo a Am a salir del agua mientras mi prima se rie a carcajadas. Me termino riendo también.

— ¿Estás bien? —le pregunto a Am.

— Sí, pensé que el pez iba a darnos.

— Yo también —río.

Me sumerjo en el agua y salimos para volver a jugar, pero esta vez, en la orilla. Muevo mi pelo de un lado a otro para acomodarlo y me pongo con Carol y Am a hacer un castillo para una princesa.

Am se levanta y sale corriendo mientras Carol y yo hacemos las torres con el cubo.

— Hacía mucho tiempo que no jugaba con la arena —dice mi prima.

— Y yo.

Alzo mi vista para mirar a Am y la veo abrazada de la persona que menos esperaba ver.