FALL DOWN

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Sentía como si hubiera abierto una puerta que me había visto obligada a cerrar para que todo lo que llevaba dentro no saliera. Había dejado que mis paredes cayeran y ahora me sentía vacía, rota y vulnerable. Estaba divagando por un oscuro océano sin saber qué debería hacer para salir de allí, para sentirme bien.

Había fingido tanto tiempo ser fuerte e irrompible que se habían olvidado que era humana, que aún sentía y que las cosas me afectaban.

Había intentado que todo no me consumiera, y ahora, solo quedaba la sombra de lo que era. Ya había caído, ya había estado en este lugar, pero no sabía que se podía caer hasta esta profundidad. Me había caído y levantado sin que nadie se enterara.

Ahora era completamente diferente.

Quizás solo quería ser una niña de nuevo. Quizás no quería todas las responsabilidades que se pusieron sobre mis hombros por el simple hecho de crecer. Quizás no quería tener que sonreír forzosamente o agradarle a la gente. A lo mejor solo quería desaparecer y que la gente se olvidara de mí. Quizás solo quería correr por el campo, escuchando las ramas y la hierba bajo mis pies. Quizás solo quería respirar el aire puro y sentirme libre.

Libre... una palabra que significa que tienes derecho a decidir tu forma de actuar pero estamos oprimidos. Nadie es libre. Estamos encerrados en un mundo que te dice como tienes que vestir, que tienes que hacer y como tienes que comportarte. Un mundo en el que tienes que hacer lo correcto para no defraudar a los demás.

¿Y si quiero defraudarlos? ¿Y si solo quiero correr para vivir mi propia vida alejada de la libertad que se nos ha dado?

Me había encargado de codearme con el lado oscuro de la fama y el dinero. Y aunque sabía que eso era lo que siempre había intentado evitar, allí estaba, sentada viendo como todas las luces se mezclaban, mareandome.


Leí las noticias, todo lo que decían sobre mí. Dolía como el infierno y dejé el porro en el cenicero intentando no llorar porque las noticias tenían razón, sobre mí.

Era una guarra. Justin se había dado cuenta, Matt lo sabía, Papá también y la gente... la gente decían muchas cosas.

Cosas que dolían, cosas que eran ciertas, cosas que no. Cosas que la gente se creía aún sin conocerme.

Cindy dio con la mano en mi pierna y la miré. Ambas estábamos fumadas y dudaba que ella pudiera verme bien, al igual que yo no podía verla bien a ella.

— No llores —rió.

¿Llorar? Llevo los dedos a mis mejillas y las noto mojadas. Me levanto, tambaleándome y me choco con la pequeña mesa haciendo reír a Cindy a carcajadas. Le saco el dedo de en medio y hago mi camino al baño.

Me encierro en él y me apoyo en el lavabo, parpadeando varias veces para poder ver mi reflejo en el espejo. Mi lápiz estaba corrido, mis ojos rojos y mi rostro pálido. Cierro los ojos y me dejo caer al suelo porque he bebido también, demasiado.

Todo me da vueltas y me tiendo en el frío suelo, deseando que el mundo deje de girar, necesitando que todo pare y el dolor cese.

"La gente tiene razón sobre ti"

Sí que la tenían.

Tenían razón.

Estoy sola.

Me he quedado sola.

Todos se han rendido conmigo.

No puedo más.

No sé cuanto tiempo me quedo allí tirada, pero abro un poco los ojos cuando siento que están tirando de mí. Quiero abrir los ojos para ver quién es pero estoy muy cansada.

— Ha consumido —escucho.

Abro los ojos cuando siento algo frío en mi cuerpo y grito. Alzo mis manos intentando parar el agua fría que cae sobre mí. Empiezo a temblar y unos brazos me rodean. Estoy dentro de la bañera, y no estoy sola.

— Tranquila —susurra y sujeta mis manos contra mi cuerpo.

**

Esto está llegando...

Strangers - Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora