Strangers - Justin Bieber

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Amélie Lassarre, hermana de la cantante pop Alissa Lassarre, ha aparecido esta madrugada después de dos días desaparecida. La Policía la ha encontrado a las afueras de París, en una cuneta. Ahora mismo, se encuentra grave en el hospital. Seguiremos informando.

Abuso sexual. Alguien había abusado de ella y la había golpeado hasta que se quedó insconciente. Si la Policía hubiera tardado más, no estaría viva. Tenía un golpe en su cabeza y ahora estaba en coma.

Había estado varios días en observación y ya estaba en la habitación. Mis padres no se separaban de ella en ningún momento mientras maldecían al mundo. ¿Por qué a su pequeña?

Estaban analizando los restos de ADN del cuerpo de Am por si encontraban al culpable. Y esperaba que así fuera y se pudriera en la cárcel.

Scooter remueve su café y deja la cucharilla en el plato.

— ¿Seguro que quieres volver? —Pregunta.

— Sí. Necesito tener la mente ocupada.

— Puede que no necesites la mente ocupada de esa manera.

— Scooter —jadeo—, necesito trabajar. Hacer algo. La casa se me está cayendo encima. Demasiada... tristeza dentro, no puedo soportarlo.

— De acuerdo —suspira—. Tienes mucho material grabado. Podemos sacar un CD y hacer promoción. Hablaré con la discográfica. Escoge tus mejores canciones.

— Vale, gracias.

David había estado aquí, también Matt y Matthew me había enviado un mensaje para que lo mantuviera informado. Richard me hablaba un día sí y un día no porque no quería agobiarme.

Carol venía junto a Tobías este fin de semana y no sabía cuando vendría mi familia.

Me siento en el sofá y cierro los ojos un momento. Llaman a la puerta y muy a mi pesar, me levanto. Ojalá no haber abierto.

Justin estaba tras la puerta. Sigue con esos pelos feos escondidos tras una gorra.

— ¿Qué es lo que quieres? —Me cruzo de brazos.

— ¿No te cansas de estar a la defensiva? —Pregunta.

— No cuando se trata de ti —respondo con seriedad.

Justin avanza y retrocedo. Cierra la puerta y me pongo tensa porque está demasiado cerca para mi gusto.

— Siento lo de tu hermana. ¿Cómo está?

— En coma.

— ¿Es verdad lo que dicen las noticias? ¿Abusó de ella?

Aprieto mi mandíbula porque es tan duro y me siento tan mal. Las lágrimas se acumulan en mis ojos y me niego a dejarlas salir.

— Sí —mi voz se quiebra—. Abusó de ella y la golpeó hasta casi matarla. Supongo que pensó que lo había conseguido.

— Lo siento —se acerca más a mí—. Lo siento mucho.

— Gracias —me mantengo firme.

— ¿No quieres... tomar un café o algo?

— Quiero que te vayas.

— Alissa... —sus manos se alzan para intentar tocarme y retrocedo.

— Justin, vete.

— ¡Me preocupo por ti! ¡Intento... ser amable, joder!

— ¡¿Que tú te preocupas por mí?! —Me señalo— No me hagas reír, por favor.

— ¡Estoy aquí! He cogido un puto vuelo de dieciocho horas para verte, para apoyarte.