Aleje de nuevo las manos de Justin de mi cuerpo y dejé de cantar para quejarme: — ¡Esto no es serio! ¡No puedes estar tocándome todo lo que dura la canción!
Hice a los bailarines detrás reír y a la gente que estaba por allí.
— Ah, ¿No? Se supone que tenemos que darle un espectáculo a la gente.
— Estamos en un concierto, no en un burdel, el espectáculo son nuestras voces y las luces —señalé arriba.
— ¡Qué exagerada! —exclamó.
Fruncí el ceño y puse mis manos en la cintura, aguantando el micrófono con una de ellas. Justin se acercó a mí y tuve que mirar hacia arriba para ver sus ojos, que me miraban divertidos. Llevaba unas deportivas, una sudadera ancha y unas leggins. Mi pelo estaba recogido en un moño desordenado, ya que no lo había hecho con esmero e iba sin maquillaje. Mi cara de "no puedo dormiré en un autobús porque es muy incómodo".
— ¡Vamos otra vez! —Justin alzó la voz y la música no tardó en empezar a sonar.
El cantaba el primer verso solo, el estribillo los dos, después cantaba yo, ambos el estribillo, e hicimos una coreografía con sus bailarines en el rap de Big Sean, que aparecía en la pantalla. Hice las notas altas con él, haciendo que quedara bien, muy bien.
— Podrías montar un grupo, algo así como Pimpinela.
— ¿Pimqué?
— Pimpinela. Tiene canciones muy buenas, es un dúo Argentino —lo seguí—... Y yo me reía —empecé a cantar— porque al final sin querer descubrí que él no me mentía. Esas caricias eran solo mías, todo fue invento de mis fantasías, yo era dueña de su vida y él ya no vivía. —Justin se quedó quieto, mirándome mientras cantaba—-. Y una mañana me marché a buscarlo, para estar juntos como el primer día y al encontrarme me abrazó y me dijo Tranquila amor —alcé mi voz—, tranquila —alargué la última vocal.
Los bailarines empezaron a aplaudir y yo hice una reverencia haciéndonos reír. — La canción va de un matrimonio. Él trabajaba todo el día e iba de noche a casa. Y ella pensaba que le estaba siendo infiel. Así que un día lo mató. A ella la encerraron y un día se dio cuenta que él no la engañaba con nadie y se suicidó para estar con él. Y cuando ella llegó dónde él estaba, la abrazó y le dijo "Tranquila, amor" lo que siempre le decía cuando llegaba de trabajar y buah, tienes que escucharla, aunque no entiendas nada.
— Parece más bien una telenovela.
Solté una carcajada y me giré para bajar del escenario. Caminé por la pasarela para bajar por las escaleras que había en los laterales y sentí el agarre de Justin por mi cintura, cogiéndome en peso. Reí y él me cogió como si llevara su portátil debajo del brazo. Me agarré a su brazo mientras él bajaba las escaleras y me soltó. Me dirigí a una de las sillas y me senté, haciendo que Justin se sentase a mi lado.
— Todo esto estará lleno dentro de unas horas, ¿no es emocionante?
— Sí —contestó—. ¿Siempre estás tan emocionada? ¿Aunque sea un concierto que no es el tuyo?
— Siempre me parece increíble como las personas se unen por la música. Se unen para vernos a nosotros, es maravilloso.
Giré mi rostro para ver a Justin mirándome, con una pequeña sonrisa en su rostro. — Tienes razón —suspiró y se estiró, poniendo su brazo en la silla donde estaba sentada—. Solo que a veces, es tan rutinario que te olvidas de sentir esa emoción que describes. Llevas tantos conciertos, ciudades... que lo haces como un robot.
— Lo sé, me ha pasado, de no saber ni donde estaba —sonreí acordándome.
— Cansa.
— Sí.
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Strangers - Justin Bieber
FanficHay algo que deberías saber antes de adentrarte en este mundo: 1. En esta industria, nadie es amigo de nadie. 2. Tienes que tener tu espalda muy vigilada si no quieres que te apuñalen. 3. Ignora a la prensa rosa. 4. Tienes que tener a tus fans con...