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Abro los ojos con dificultad cuando alguien acaricia mi cara. Veo a Am allí y ni siquiera puedo sonreírle porque no tengo ganas. Siento mi cuerpo pesado y ganas de dormir.

— Mamá me ha dicho que estás enferma —dice.

— Si, pequeña, algo así —murmuro cogiendo su mano.

— Tienes que ponerte bien, te echo de menos —besa mis nudillos y ella hace el intento de acostarse a mi lado. Le dejo espacio, sabiendo que no durará mucho aquí y ella me abraza poniendo su brazo alrededor mi cuello. Después deja un beso en mi nariz.

— Te quiero.

Había días buenos y dias malos. Días de subida y días de recaídas. Yo estaba en ese último donde mover mi cuerpo fuera de la cama era una gran tarea. Llevaba mucho tiempo intentando levantarme y continuar con la vida pero me había rendido y había decidido que hoy iba a ver la vida pasar.

La presión en mi pecho siempre estaba ahí y a veces era insorporable sobrellevarla, como hoy.

Había sacado una canción con su videoclip a media noche y ni siquiera había cogido el móvil para mirar como iba.

No quería mirar el teléfono.

Escucho que llaman al timbre una y otra vez y no me levanto, dejando que suene, como si lo queman, hoy me da igual.

Cuando el timbre deja de sonar, cierro los ojos pero los abro cuando escucho a una voz masculina llamar mi nombre.

— ¿Alissa? —su voz se escucha más cerca pero no contestó.

Scooter aparece en mi habitación y me enseña la llave. — He cogido la llave de emergencias.

Le había dado una llave a Scooter de mi casa por si algún día pasaba algo y sobre todo para estos casos. Estos casos en los que no podía levantarme de la cama.

Él se acerca y se sienta en el borde de la cama.

— Lo he sabido porque no contestabas al telefono, tampoco me abrias la puerta y he tenido que entrar.

— Está bien —murmuro—. Imagino que ahora me obligarás a levantarme.

— Has acertado. No puedes quedarte toda la vida en la cama, y más sabiendo que Save my soul es número 1 en más de treinta países.

Una sonrisa se forma poco a poco en mis labios y Scooter también sonríe abiertamente.

— Estás haciéndolo muy bien, y ahora, tienes que animarte y levantarte porque me he encontrado con el presidente y el vicepresidente de tu club de fans.

— ¿Qué?

— ¡Alissa! —Escucho los gritos de dos niños y me incorporo para ver a los primos de Steven.

Tom e Ian se acercan corriendo a mí y los recibo en mis brazos.

— ¡Chicos! ¡Cuánto tiempo sin veros! —Me separo de ellos y veo lo grandes que están.

Me siento en el borde de la cama y miro hacia la puerta donde Steven está con las manos metidas en sus bolsillos.

— Steven —saludo.

— Alissa —asiente y dejo de mirarlo para centrar la atención en esos niños que habían alegrado mi mañana nada más entrar por la puerta.

Hacía mucho tiempo que no los veía y ellos me hablan emocionados sobre la nueva canción y lo bien que está yendo. Cuando Scooter se asegura que estoy perfectamente, me dice que vendrá luego y hablaremos sobre la canción que le envié y mi idea.

Strangers - Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora