Strangers - Justin Bieber

Once; Brasil II

He escuchado a papá hablar con el manager de Justin sobre mi situación. La poca marihuana que me quedaba ha desaparecido de mi habitación, pero no lo que me queda de cocaína.

Me he llevado todo el día en la habitación hasta que he tenido que hacer acto de presencia en el estadio.

Estoy sentada en el sofá del camerino, observando mis pequeños y delgados dedos, temblorosos. Junto mis manos y miro a la puerta cuando llaman. David, mi mentor, asoma la cabeza y sonrío cuando lo veo.

— ¿Puedo pasar?

— Claro.

Todos nos levantamos para saludarlo y yo lo abrazo. — ¿Como estás? —me pregunta frotando mi espalda en el abrazo.

— Bien, ¿y tú?

— Seguramente mejor que tú.

Me separo de él y David mira a mi hermano y Rory, que este último tiene la cámara en la mano.

— ¿Podéis dejarnos solos, chicos?

— ¿Me vas a dar una charla? —pregunto sentandome de nuevo.

— Algo así.

David se sienta y los chicos salen. Muerdo mi labio inferior y David se pasa una mano por el pelo.

— Ayer me diste un susto de muerte.

— A todo el mundo por lo que veo.

— Tu padre me ha contado que pasó. No estoy aquí para darte un sermón, no puedo hacerlo porque tambien fumo marihuana, algunas veces más, otras menos, pero fumo. La cuestión es que no puedes llegar al extremo que llegaste ayer.

Lamo mis labios. — Estaba mal ayer, lo que pasó en el aeropuerto... —me encojo de hombros.

— ¿Cómo llevas las críticas de la prensa? —pregunta y me encojo de hombros de nuevo—. No puedes dejar que te afecten tanto. Ayer, mientras actuabas, me di cuenta que no eras la misma chica que conocí, esa chica llena de energía que quería enseñarle al mundo el talento que tenía, quería llegar a lo más alto creyendo en si misma.

No puedo decirle nada porque me ha dejado callada y melancólica.

— Sigo siendo la misma.

— Demuestralo, Alissa, demuestralo.

David no tarda en irse despidiéndose con otro abrazo y Alex y Rory vuelven a entrar.

Justin asoma la cabeza y miro a Alex, que está con su móvil y a Rory que está con su ordenador.

— ¡Hola Rory! —Justin entra y lo saluda—. No te vi ayer, tío.

Me pregunto si Rory habrá grabado todo lo que pasó.

Rory se levanta a saludarlo y Justin estrecha la mano de mi hermano para seguir hablando con Rory. Vuelvo a mirar mis dedos y me mentalizo que tengo que darlo todo hoy.

Justin pasa una mano por mi pelo y se sienta a mi lado. — Hey —saluda—, ¿cómo estás?

— Bien —respondo sin mirarlo aún.

— Nos asustaste —pone su mano en mi hombro y lo aprieta.

— Lo sé...

Mi hermano y Rory se levantan. — Vamos a grabar por fuera —dice Alex.

Asiento y cuando ellos se van, me relajo, echándome hacia atrás y apoyándome en el pecho de Justin, abrazandolo.

Él me rodea y besa mi frente. — Me dijiste que habías dejado de fumar.