Doce

6.9K 400 159
                                    

Justin se acercó a mí y sus manos se pusieron en mi cintura, cuando se acercó y dejó un beso en mi mejilla. ¿Él también venía? Mejor, porque me sentía muy desubicada aquí.

— Vas preciosa —sí, esa fue su manera de saludarme y me sacó una sonrisa.

— Gracias, tú también —miré su atuendo—, al final has optado por recoger tu pelo atrás.

— Sí, lo tenía muy largo.

— Te queda sexy.

Miré a mí alrededor para ver a la gente hablando unos con otros, estaba Lana Del Rey, Madonna, Leonardo DiCaprio, Sean Penn... espera. Mi vista volvió a Leonardo DiCaprio y agarré el brazo de Justin con fuerza.

— ¿Qué ocurre?

— Leonardo, Leo.

— ¿Qué?

Oh dios mío, oh dios mío —salte emocionada y puse una mano en mi boca—. DiCaprio está aquí, a unos metros de mí.

Justin miró donde miraba y después de miró. — ¿Por qué no te acercas y lo saludas?

— ¿Qué dices? Voy a llorar —puse los dedos debajo de mis ojos para no estropear el maquillaje.

— ¿Estás llorando?

— Justin ese hombre es mi sueño desde que era una niña y no puedo creer que lo tenga tan cerca.

Justin me miró como si estuviese loca y puso una mano en la parte baja de mi espalda. — Vamos a acercarnos.

— No, no, no —me giré para quedar frente a él. — Qué vergüenza, no soy digna de que sus ojos se posen en mí.

Justin soltó una carcajada y negó con la cabeza. — No seas tonta. Estará encantado de conocerle después del mensaje que le dejaste en Ellen.

— ¡Qué vergüenza! Pero dudo que él lo haya visto.

— ¿En serio te gusta ese hombre? Es mucho mayor que tú.

Volví a mirar al hombre de mis sueños. — No me importa, me encanta.

— ¿Y si su personalidad no te atrae?

Me encogí de hombros. — Se me caería un mito, pero me seguiría gustando.

— Vamos a saludarlo.

Justin cogió mi cintura con fuerza y me arrastró con él.

— Justin, por dios —murmuré intentando pararlo, mis tacones no ayudaban mucho.

Estábamos a escasos metros de él hasta que su mirada se posó en nosotros. Sonrió. Leonardo DiCaprio me había mirado y había sonreído. El mundo se había parado y solo existía ese momento en el que él tendía su mano, poniéndola en mi cintura, haciendo que Justin me soltara y su cuerpo se acercara el mío para darme un beso en la mejilla. Aspiré su aroma intentando recordarlo por siempre tal cual acosadora. Su mano en mi cintura era mucho para mi pobre corazón y sus labios calientes en mi mejilla hacían a mis piernas temblar.

Me separé y le sonreí para que después él le diera la mano a Justin. Se supone que debería hablar pero no salía nada de mi boca, y lo que salió fue una verdadera cagada por mi parte: — Soy tu fan, me encantas.

Leo sonrió abiertamente. — Gracias. He visto tu entrevista en Ellen y espero que te guste el mensaje que te he dejado de vuelta.

Me quedé callada y sentí como el calor se subía a mis mejillas. No, ahora no, por dios.

— Me gustó mucho tu actuación de revolver —una mujer le puso la mano en el hombro y él se giró para sonreírle y saludarla.

— Vio mi actuación —susurré.

Strangers - Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora