Strangers - Justin Bieber

Dieciséis; feel me

Abro su maleta y rebusco en ella para encontrar las bolsas de plástico pequeñas. Una con cocaína y otra con marihuana. Frunzo el ceño, enfadada y decepcionada.

— ¡Matt! —grito poniéndome de pie con las dos bolsas en mis manos.

Voy al cuarto de baño, él se está afeitando y le tiro las bolsas. Él me mira confuso y ve las bolsas en el suelo.

— ¿Has estado rebuscando en mis cosas?

— Me dijiste que lo habías dejado.

— No vuelvas a tocar mis cosas —me señala y coge las bolsas para ponerlas encima del lavabo. Él sigue afeitandose y mi labio inferior tiembla por la impotencia que siento—. Ni se te ocurra llorar, Alissa.

— Es que no lo entiendo —sollozo—. ¿Por qué lo haces? Me lo prometiste, Matt.

Él suspira y seca su cara cuando ha terminado. — Escucha petit fleur —se acerca a mí y pone sus manos en mis mejillas—, es mi vida, no te metas en ella —besa mi frente y limpia mis lágrimas con sus pulgares.

Ver a Justin con la bolsa de marihuana hace que un sudor frío recorra mi nuca. Él está muy enfadado mientras sostiene lo que hace que me olvide un poco del mundo y lamo mis labios secos.

— ¿Qué haces hurgando en mis cosas? —pregunto.

— ¿Hurgando en tus cosas? ¿Eso es lo que te importa?

— Mi maleta, mis cosas, es privado.

— ¿¡Privado!? ¡Me prometiste que ya no estabas fumando! —alza la voz y me encojo.

— Vamos, Justin —me acerco a él para quitarle la bolsa—, se prometen y dicen muchas cosas al cabo del día.

Él me esquiva y veo que va al baño. Corro tras de él y lo rodeo por detrás, intentando que no se acerque al inodoro. — ¿Pensabas que ibas a poder fumar aquí?

— Justin, por favor —me pongo frente a él y lo abrazo para empujarlo hacia atrás.

Él es más fuerte que yo y me separa de él. Corro hacia el inodoro y me siento en la tapa para que él no pueda levantarla. Está tan enfadado que intenta levantar la tapa conmigo encima y grito, sujetandome a él.

— ¡Justin!

Él coge mi brazo y me empuja. Me caigo del inodoro y jadeo cuando llego al suelo. Justin me mira y se agacha.

— ¿Por qué mierda lo haces? —me enseña la marihuana—. Esto es basura.

— Porque me relaja y me ayuda a dejar de pensar.

— ¿Dejar de pensar en qué? —me mira tan interesamente que lo único que puedo hacer es mantener la boca cerrada—. Te estás metiendo donde yo estaba metido y no es un sitio muy agradable en el que estar.

— Eso no puedes saberlo.

Justin se levanta y abre la tapa del inodoro. Vacía el contenido de la bolsa y tira de la cisterna haciendo que todo se vaya. Cierra la tapa y sale fuera de la habitación.

Me levanto y lo sigo. — La marihuana tampoco es para tanto —le digo—, y tampoco estoy fumando todo el jodido día.

— Me di cuenta en Brasil cuando te caíste del escenario en pleno concierto —se sienta en el sofá y junto mis labios en una fina línea.

Me acerco a él y me siento en su regazo, pasando mi brazo por su cuello. — Lo siento —me disculpo—, no volveré a mentirte —Justin suspira pesadamente—. Vamos, Jay —dejo un beso en su sien.