Literalmente, me arrastré hasta la puerta y la abrí. Me dio tiempo a ver su rostro para después tener sus manos en mis mejillas y sus labios sobre los míos. Me agarré a sus brazos y él me empujó un poco hacia atrás para entrar más en la habitación y cerrar la puerta. Abrí mi boca para dejar que su lengua entrase y mi pie se dobló porque sí. Justin puso sus brazos alrededor de mi cuerpo y me sostuvo con fuerza contra él.
Me dejé llevar por lo que sentía en ese momento. Dejé que mis labios se fundieran con los suyos en un beso demandante y necesitado, porque nos habíamos necesitado, porque no me había acostado con nadie desde que lo hice con él en el baño y mi cuerpo gritaba por atención, y más si era de él.
Pasé mi lengua por sus labios y Justin me levantó un poco del suelo y caminó hasta que mi espalda dio en la pared. Abrí mis labios, y Justin pasó su lengua por ellos. Tuvo que alzarme para poder besar con facilidad mi mandíbula y rodeé su cintura con mis piernas, enganchando mis pies detrás de su espalda.
Mis brazos estaban alrededor de su cuello, agarrándome para no caerme y sus manos estaban dentro de mi camiseta, dejando un rastro caliente por donde pasaban.
Nuestras lenguas jugaban sin cansancio y él dejó de besarme para echarme hacia arriba. Me sujetó con una mano y lo escuché bajarse la cremallera. Me acerqué a él y me puse a jugar con su lengua. El jadeó y me bajó un poco. Puse sentir su miembro dando contra mi ropa interior.
Solté un suspiro tembloroso cuando él apartó mi ropa interior con sus dedos y me tocó. - Tan mojada siempre, Alissa -susurró.
Mi perdición.
Él me sujetó de las piernas y me hizo bajar poco a poco, entrando lentamente. Me sujetó con fuerza y cerró los ojos. Empezó a moverse con fuerza, haciendo que mi espalda golpeara la pared con cada embestida que él daba.
Me sujetó con firmeza y me separó de la pared para dejarnos en la cama. Salió de mí y se quitó su camiseta, dejándome ver torso. Él me quitó la ropa interior y no tardé en tenerlo dentro de mí, moviéndose como sólo él sabía hacerlo.
Me abracé a él y cerré los ojos.
**
Lo bueno de ser Alissa Lassarre, es que te acordabas de todo después de una noche de borrachera, porque me acordaba. Cada momento en el que Justin estuvo dentro de mí y tocando mi cuerpo eran recuerdos que se habían venido a mi cabeza nada más abrir los ojos y verme medio desnuda en mitad de la cama. Sin embargo, él no estaba.
Me había costado abrir los ojos debido a las cortinas abiertas y ahora estaba jadeando con la cara entre las sábanas por el horrible dolor de cabeza que me acechaba en esos momentos.
Me levanté, esperando que el ligero mareo parara y mis pies se pusieron en la moqueta para ir a cerrar las cortinas un poco. Miré la cama desecha y caminé hacia el baño, donde abrí el agua de la ducha y me miré al espejo, apoyándome en el lavabo.
- ¿Por qué eres tan débil ante los hombres, Alissa Lassarre? -miré mi horrible reflejo en el espejo. Mis pelos tiraban cada uno por un lado y mi cara reflejaba resaca y cansancio-. Mal, muy mal -negué con la cabeza y me quité la camiseta, tirándola al suelo.
Fruncí el ceño cuando me miré en el espejo y vi un hematoma rojo en mi cuello, en el lado derecho. Estaba arriba, dónde se podía tapar con el pelo. Me acordé de cuando estuvo entretenido en mi cuello mientras entraba en mí y yo arañaba su espalda, gimiendo. Porque ayer me había hecho disfrutar mucho, muchísimo. Aún podía sentir el gran orgasmo que alcancé junto a él, mi estómago tirando en todas direcciones mientras puntos negros explotaban en mi visión, haciéndome agarrar las sábanas con fuerza.
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Strangers - Justin Bieber
FanficHay algo que deberías saber antes de adentrarte en este mundo: 1. En esta industria, nadie es amigo de nadie. 2. Tienes que tener tu espalda muy vigilada si no quieres que te apuñalen. 3. Ignora a la prensa rosa. 4. Tienes que tener a tus fans con...