Cinco; Canadá

4.8K 367 361
                                    

La cantante Alissa Lassarre llega a Toronto con su gira New Rules. Después del paso de Selena Gómez hace una semana, Alissa intentará estar a la altura. ¿Lo conseguirá?

Ruedo los ojos al leer la noticia y la quito. Veo de fondo de pantalla a Am y lamo mis labios. No he hablado con nadie desde Barbados y no es porque no haya llamado, no me han cogido el teléfono, solo papá.

Sabía que mi madre era muy rencorosa y que no deberia haberle hablado así, tampoco haberme marchado como lo hice, pero lo hecho está hecho y no podía dar marcha atras.

Busco a mi madre en llamadas recientes y vuelvo a llamar, mordiendo todo mi labio inferior, esperando que esta vez conteste.

— ¿Sí? —escucho la dulce voz de Am y sonrío.

— Hola, Am. ¿Cómo estás preciosa?

— Bien —dice indiferente.

— ¿Qué tal te va el cole?

— Bien.

— ¿Y con esos chicos que te molestaban?

— Bien.

Paso una mano por mi rostro sin maquillaje y observo mi camerino. Lili ya tiene todo preparado y Marcos también para empezar a arreglarme para el M&G.

— ¿Qué te pasa?

— Te fuiste de Barbados y ni siquiera te despediste de mí. Nunca te veo y quería estar tiempo contigo. ¡No eres una buena hermana! ¡No quiero que seas mi hermana nunca más! ¡Ojalá fueras como Justin con sus hermanos!

Y dicho esto, cuelga.

Menos mal que no hay nadie en la habitación, porque siento a mi corazón encogerse en el pecho y hago una mueca de disgusto.

Lamo mis labios y paso mis manos por mi rostro, desesperada y dolida. Guardo todo lo que siento en este momento y la puerta se abre.

Lili no tarda en entrar con hamburguesas. — Hamburguesas para ti —sonríe.

Le sonrío abiertamente, pero ni siquiera tengo hambre. Me siento en la silla y ella no tarda en empezar a peinarme, rizandome el pelo.

— ¿Puedo? —pregunta Joe.

— Sí —lo miro y alzo la mano para coger el Redbull que el me trae—. Gracias.

— La niña del Redbull —Alex me saca una foto y sonrío enseñando mis dientes y enseñando la lata para una foto—. Redbull debería pagarte por la publicidad.

— Debería.

— ¿Has visto ya a James Arthur?

— ¡Nooooo! No lo he encontrado.

James Arthur era mi telonero y no podía estar más feliz. Quería arreglarme con tiempo para poder ver su actuación porque me encantaba su voz y sus canciones.

— Pues está fuera.

En ese momento, Marco estaba pintandome y Lili terminando de rizarme el pelo.

Me levanto, disculpandome y voy con un ojo pintado y otro no y con la mitad del pelo recogido en una pinza en la cabeza.

— ¡James! —lo saludo con la mano y él se gira con una preciosa sonrisa.

Me acerco y le doy un pequeño abrazo. — Encantado de conocerte.

— Gracias por estar aquí —pongo mi mano en mi corazón—, eres increíble.

— Gracias a ti por querer traerme. Eres impresionante, no dejes que las críticas te destruyan.

Pongo una media sonrisa. — Lo intento.

Strangers - Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora