Strangers - Justin Bieber

17 (II)

Alissa Lassarre

Miro con nerviosismo e impaciencia mi teléfono esperando que Justin me diga si va a asistir a los premios o no.

Scooter va a mi lado y lo miro. Él sabe algo, y no me refiero a si Justin va a venir o no, sino a algo entre nosotros.

— ¿Qué hay entre Justin y tú? —Pregunta, tranquilo.

— Nada. Él está prometido.

— Sé que lo sabes y sé que él está deseando que el contrato acabe.

— ¿Por qué ese contrato?

— Él aceptó, pensó que era lo mejor —se encoge de hombros.

— A lo mejor lo es.

Scooter sonríe y se encoge de hombros. — Puede que sí o puede que no. Lo que más le molesta es estar tanto tiempo frente a las cámaras.

Me quedo callada y suspiro porque no va a venir. Salgo del coche con cuidado de mantener mi vestido en su sitio y camino al lado de Scooter y mis guardaespaldas, siguiendo a una de las organizadoras.

Le doy mi móvil a Scooter y cuando veo su sonrisa, sonrío un poco. Miro hacia delante y lo veo.

Tiene una sonrisa radiante en su rostro y muerdo mi labio inferior, dirigiéndome hacia él y abrazándolo.

— Estás muy guapo —beso su mejilla.

— Solo por ti. Tú estás —se separa de mí y me mira de arriba abajo—. Preciosa.

— Gracias —sonrío.

Justin lleva su pelo peinado hacia atras, una camisa blanca y unos pantalones de pinza negros.

Me agarro a su brazo y Scooter nos mira con una sonrisa en su rostro. Y cuando nos ponemos en la alfombra, los gritos se desatan porque venga, es Justin Bieber en unos premios que no ha ido nunca.

Poso agarrada a su brazo, para hacer una foto normal y después, somos nosotros, posando de forma tonta, exagerada y la foto que más me gustó, una foto mirándonos.

— Es que... Estás preciosa —me susurra al oído mientras caminamos por la alfombra.

Le saco la lengua y me dirijo a la valla para firmar algún que otro autógrafo y posar para alguna foto. Justin no se acerca, y cuando me giro, ya no lo veo.

— ¿Se ha ido? —Me acerco a Scooter.

— No. Te van a entrevistar. Ven.

Me acerco a alguien que no conozco y le sonrío y la saludo.

— ¡Tu acompañante es Justin Bieber! —Es lo primero que me dice.

— Sí, creo que ni siquiera la gente se fijó en el bonito vestido que llevo porque él eclipsó todo —río—. Es un buen amigo y decidió ser mi acompañante esta noche.

— Bueno, es cierto, tu vestido es muy bonito. ¡Tienes un cuerpo envidiable!

— Oh, no, no lo tengo, pero gracias. A mi me gusta el tuyo.