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Jess llego al aeropuerto y compro su boleto de viaje, se subió al avión y las lágrimas comenzaron a salir sola quería ya llegar a su casa. La pelea contra el hijo de Picoro Daimacu estaba realmente frenética pero, Jess ya no lo vio ella solo se imaginaba a Goku casado con Milk pasar la noche con él en fin que esto la atormentaba. Llego a América y tomo un taxi y entro en su casa, para cuando llego a su casa la pelea había terminado dando como ganador a Goku del torneo se alejó de ahí Goku llevándose a Milk con él. - Jess ¡llegaste! –dijo Natalie- ¿Por qué tan pronto? - ¡¡¡¡MAMA!!!! -grito Jess- Al abrazarla comenzó a llorar amargamente preocupando a su mamá. - ¿Qué tienes hija? –dijo Natalie preocupada- Pero Jess no paraba de llorar estaba sufriendo y Natalie no sabía cómo ayudar a su hija. La ayudo a llegar a su cuarto y ahí se tumbó en la cama y siguió llorando. Nat bajo a la cocina y justo iba entrando Octavio. - ¿Qué pasa Nat? –pregunto Octavio- - Acaba de llegar Jess pero, en cuanto me vio y me abrazo se derrumbo está llorando en su habitación y no para de hacerlo. – dijo Natalie preocupada- No puede decirme nada - ¿Quieres que suba a verla? –dijo Octavio- - Hazlo a ver si a ti te dice algo.... Octavio subió y vio a Jess recostada ya nomás se le escuchaba sollozar. - ¿Cómo te fue Jess? ¿Qué te pasa? –dijo Octavio- - Papá –dijo Jess y lo abrazo- - Ya pequeña no llores a tu madre y a mí nos partes el corazón... - Goku... el... se va a casar... Entonces no pregunto más y comprendió, la dejo que llorara hasta que ya no pudiera más y se quedó dormida. - ¿Qué paso con Jess? –pregunto Natalie- - Justo lo que me dijiste cuando viste que ese tal Goku que ya lo aborrezco por haberle roto el corazón a mi pobre pequeña –dijo Octavio apretando el puño- - Entonces es por Goku que está llorando, pobre de mi hija hubiera dado lo que fuera porque ella no sufriera por amor. - Mañana ya hablas con ella. ¿Termino el torneo? - Sí gano ese chico y se fue con la futura esposa. - ¡MALDITO! - Necesitamos escuchar la versión de ella pero, espero que no le dure mucho la ira, el odio y la amargura. - Deberías llevarla con tu antiguo maestro de artes marciales ¿Cómo se llamaba? - ¿El maestro Itai? - Si tal vez le ayude mucho. - Tienes razón mañana le diré. Durmió Jess toda la noche estaba cansada, triste y decepcionada, pero tuvo un sueño era como la continuación del anterior.
"– Nappa apresúrate –dijo la mujer- - Ya mujer ya estoy aquí y aquí está la esfera que me pediste –dijo Nappa- ¿Te irás con ella? - No –dijo la mujer- ella se irá sola. ¿A dónde mandaron a Kakarotto? - ¿Al hijo de Bardock? Creo que a la tierra ese planeta inmundo donde hay gente... ¿Qué crees que haces? - Programo la nave para que llegue a la tierra escúchame Nappa ella y Kakarotto están destinados a estar juntos pues, Bardock y yo quisimos que ellos se comprometieran tal vez a lo mejor cuando lleguen a la tierra estarán separados llevan horas de diferencia. - Te recuerdo que Kakarotto conquistará la tierra... - Lo sé tal vez ella tendrá que defender la tierra de Kakarotto pero, de que están unidos lo están" Justo ahí se despertó, se metió a bañar y pensaba ¿Quién es Kakarotto? No lo sabía pero, ese sueño la estaba confundiendo. - Buenos días Jess –dijo Natalie- - Buenos días mama –dijo Jess poco animada- - ¿Ya estás más tranquila? ¿Ya me podrás decir que fue lo que paso? - Goku... -dijo bajando la mirada- Goku me mintió y sin querer me ilusiono. - ¿Por qué dices eso? - Le pidió matrimonio a la niña que fue su primera cita y creo que su amiga... él lo sabía y no me dijo nada según él porque pensó que casarse era un platillo. - Vaya –dijo Natalie- ¿Qué sientes por él? - ME ENAMORE DE EL Y SU PROMETIDA ME CORRIO ME DIJO QUE NO ME QUERIA CERCA DE GOKU MAMA –grito Jess enojada- - Ya hija no te pongas así, me siento mal de verte sufrir de hecho quiero llevarte con mi antiguo maestro de artes marciales es un hombre muy sabio y te puede servir mucho. - ¿Quién mamá? - El maestro Itai ese hombre es muy sabio y te puede ayudar - ¿A qué mamá? ¿A controlar mi ira? - Efectivamente tú estás furiosa y llena de amargura en cuanto desayunes nos vamos con él. - Está bien mamá Jess se bañó, cambió y al terminar de desayunar Natalie la llevo a la casa del maestro Itai el ya no entrenaba solo se la pasaba en su casa. Estaba en medio del bosque ahí estaba su casa y al lado un gimnasio. - Natalie –dijo el anciano Itai- ¿Qué haces aquí? Jess fue a una pera de box y comenzó a golpearla suave, Itai se dio cuenta que su ki estaba alterado. - ¿Es que acaso me traes a tu hija para que la entrene? –pregunto Itai- - Sí maestro la verdad es que tuvo una decepción amorosa y le ha afectado –dijo Natalie- Jess comenzaba pegarle más y más fuerte de pronto, Itai intervino. - Jessie –dijo Itai- allá hay una pera que es sostenida en el piso y en el techo a esa pégale y rómpelo si es que puedes. Jess lo vio y comenzó a pegarle duro quería sacar la ira, la decepción y la frustración y las lágrimas salían solas nada más.
