Malentendidos

146 16 84
                                    

NARRA MARCUS 

Llevábamos ya un par de días trabajando en la reconstrucción del refugio, pero sentía que no avanzabamos demasiado, apenas y teníamos cinco casas ya terminadas en su totalidad. 

La peor parte es que eran casas para endermans, ya que se quejaban de dormir incómodos en las casas provisionales y pedían que las suyas fueran las primeras. Quizá sería diferente si Ender hubiera dejado a alguien menos egoísta a cargo. 

—Terminamos por hoy, el sol está a punto de salir. 

Dije acercándome al enderman a cargo. Él me regresó una mirada furiosa. 

—Si no fueran tan delicados, un poco de sol les haría bien. 

Respondió, decidí no responder nada para no meterme en problemas. Mis compañeros fueron a donde nos tocaba descansar, yo decidí pasar a saludar a Skellen. 

Desde la batalla no había podido hablar con ella, ni estar juntos, ni siquiera la había visto tanto y aquello me entristecía. 

Llegué a la construcción de los arqueros. Todos podíamos elegir dónde dormir pero ellos estaban obligados a estar juntos y vigilados, pues los consideraban como amenaza por su personalidad y por todo lo sucedido.

Entré y lo primero que vi fue a los hermanos de Skellen y Alix, la chica humana, jugando a lanzarse lo que parecía ser una papa. Skeleton parecía estar discutiendo con la chica de cabello rosa y Skellen estaba sentada sobre la cama de la esquina tallando su pierna. 

Cinthya estaba muy ocupada buscando una cura para Cooper y Skellen decía estar bien para no quitarle el tiempo, pero todos los que habíamos resultado heridos en la batalla estábamos sanando rápidamente a excepción de ella. Me acerqué pero Skeleton me detuvo cuando pasé junto a la cama donde estaba sentado acompañado de la otra chica. 

—¿No se supone que esta construcción es sólo para nosotros? 

Se quejó, me encogí de hombros.

—¿Por qué no se lo dices a aquella chica? 

Pregunté señalando a Alix, él no me quitó la mirada de encima. 

—Ella no molesta aquí. 

Dijo, Samara me sonrió nerviosa pero con la mirada triste. 

—Iré a dormir. 

Dijo levantándose y caminando hacia la que supuse sería su cama, Skeleton suspiró como si se hubiera quitado un peso de encima. 

—Por lo menos lograste que se alejara, pero sigues sin poder estar aquí. 

Dijo, negué con la cabeza. 

—¿Qué es lo que te molesta? 

Pregunté, él me miró como si la respuesta fuera obvia pero antes de responder la menor de los hermanos de Skellen se acercó.

—Samara es una chica tan dulce y siempre la lastimas. Gerda siempre tuvo la ilusión de poderlos ver juntos formando un hogar. 

Comentó, él rodó los ojos molesto por el comentario.

—Pues que bueno que ya no está porque eso jamás pasará. 

Respondió, la chica con apariencia muy similar a Skellen cubrió sus labios al escuchar aquella respuesta y unas lágrimas comenzaron a inundar sus ojos.

—No tienes que ser molesto con todos sólo porque tu vida es miserable. 

Lo enfrenté, él se levantó y me miró de frente. 

Vida En Un Mundo LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora