Creciendo

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NARRA CUPPA 

Me encontraba jugando con Cander sobre la cama, él reía divertido mientras curioseaba el juguete de peluche que Mindy le había regalado recientemente. Se trataba de un pequeño cachorrito de color gris con blanco, muy suave y esponjoso. 

—Parece que va a ser muy curioso. 

Comentó Ericka quién acababa de entrar a la habitación, asentí sonriendo sin dejar de mirar a mi pequeño. 

—¿Dónde está Ender? 

Preguntó mirando alrededor de la habitación, negué con la cabeza. 

—No lo he visto mucho, Mindy me ha contado que han sucedido algunas cosas en el refugio, quizá quiera ayudar. 

Respondí, pero si madre no parecía estar muy segura de ello. 

—¿Sabes algo sobre qué harán con esos chicos que se pelearon? 

Preguntó, negué con la cabeza. 

—No, aún no. Cinthya dijo que cuando las cosas se calmen un poco más llegaremos entre todos a un acuerdo. Mientras eso sucede hay quien cuide de ellos. 

Respondí, ella asintió. 

—No creo que estén tomando la decisión correcta. 

Dije, la miré sin comprender. 

—Mientras más dejen pasar el tiempo más puede dificultarse la situación. Además, ¿Sabes quién está cuidando al par de recién llegadas por lo que sucedió tal evento? 

Preguntó, negué con la cabeza, sólo sabía que Mindy cuidaba de Daichi. 

—Ellas se están quedando en casa de Ender y Sooka. Una chica zorro y una loba, ¿en serio crees que sea responsable dejarlas con ellos? 

Preguntó, me encogí de hombros. 

—Quizá ellos no quieren causar problemas en el refugio. 

Comenté, ella me miró incrédula. 

—No creo que piensen en este sitio como un hogar, creo que lo consideran más como un castigo. Esta podría ser su oportunidad de planear un ataque, y mientras más tarden en tomar una decisión sobre qué hacer al respecto más tiempo tienen ellos de planear algo. 

Expresó, negué con la cabeza pero sin saber que decir, no podía defenderlos sin saber que pensaban en realidad. No podía pensar que alguien del refugio podría querer hacer algo malo y afectar a los demás, pero tampoco estaba tan segura de conocerlos lo suficiente como para asegurar tal cosa. 

Ender entró a la habitación, nos miró curioso, probablemente por nuestras expresiones en ese momento. 

—¿Sucede algo malo? 

Preguntó acercándose a la cama para tomar a Cander en brazos y jugar con él. El pequeño empezó a reír divertido mientras era mecido en brazos de su padre. 

—Sólo estábamos hablando sobre lo que puede suceder en el refugio y con nuestros amigos que pelearon con esas chicas nuevas. 

Respondí, él asintió. 

—Parece que han pasado un par de cosas malas dentro del refugio, pero seguro que pronto todo se resuelve. No pienses mucho en eso. 

Aconsejo Ericka, asentí sonriendo. Ender me miró mientras parecía que algo rondaba por su cabeza, probablemente pensando si decirme o no. 

—El humano vino hace unos días, dijo que Cooper estaba enfermo o algo así. Él y Enderson piensan que si vas a verlo se sentirá mejor, pero no estaba seguro de decirte porque si está enfermo puede contagiarte y también a Cander. 

Vida En Un Mundo LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora