Vida En Un Mundo Loco

¿Regresamos A La Normalidad?

NARRA SKELLEN 

El refugio había regresado a la normalidad desde hacía algunas semanas, la mayoría habían retomado sus actividades normales excepto por Cooper quien seguía en casa. Ya podía caminar por sí sólo pequeños tramos y no tenía que estar todo el tiempo en cama, incluso ya no le daban fiebres lo cual era bueno, pues estas le regresaban aquellos conflictos de su cabeza. 

Miki ya había regresado a su casa al lado de Daichi, Carlos ya no estaba encerrado e incluso ahora ayudaba a Cinthya con lo que sea que estaba trabajando. La única que seguía encerrada, pero por decisión propia, era aquella chica Zorro. 

Con la tranquilidad que habitaba ahora en el refugio también solía salir más, usualmente visitaba a Cinthya, a Cooper o simplemente caminaba. No me atrevía a visitar a Cuppa y su familia si iba sola, sabía que Ender aún desconfiaba de mí. 

Hoy había salido a caminar solo para distraerme, me detuve junto al río observando aquella construcción de la que no me había percatado antes. Era curioso, estaba dentro del refugio pero del otro lado del río, casi como si no quisiera tener nada que ver con los habitantes de aquí. 

—Skellen, es bueno verte por aquí. 

Saludó Cinthya saliendo de su casa y caminando hacia mí. Sonreía tranquila como siempre, asentí con la cabeza. 

—¿De quién es eso? 

Pregunté señalando a la casa, ella rió un poco. 

—No tienes que desconfiar, es la casa de Elizabeth, la chica humana. 

Respondió, asentí. Sabía que no tenía casa aún, pero porque construirla hasta allá. 

—¿Si planea quedarse en el refugio porque se aparta de esa manera? 

Pregunté. Se había estado quedando cerca de la casa de Enderson y Cooper, si era amiga de ellos, ¿por qué no vivir al lado de ellos? 

—No quiere dar problemas. Incluso con su casa hasta allá Ender se ha mostrado molesto. 

Respondió, crucé los brazos negando con la cabeza. 

—Ender siempre está molesto con todo. 

Respondí, ella rió. 

—Me recuerda a alguien. 

Respondió mirándome. Sabía que se refería a mí, no quería ser comparada con él pero tampoco iba a comenzar una discusión sin sentido con ella. 

—Necesito pedirte un favor, he estado trabajando con Carlos pero nos faltan materiales, ¿podrías conseguirlos? 

Preguntó entregándome una lista, este era un trabajo normal que solía hacer para ella pero me sorprendió la cantidad de materiales que quería esta vez. 

—¿Para qué tantos? ¿Está pasando algo malo? 

Pregunté, ella negó con la cabeza pero sentía que su expresión había cambiado. Algo estaba ocultando. 

—Sólo estamos haciendo algunas pruebas, por eso necesitamos más ingredientes, algunos inevitablemente se echarán a perder. 

Respondió, decidí no preguntar nada más, si ella estaba decidiendo mantenerlo en secreto debía ser por algo. 

—No debe ser problema, son cosas comunes. 

Respondí, guardando la lista, ella sonrió. Me miró de arriba a abajo. 

—Todas las heridas han sanado, ¿verdad? 

Preguntó, asentí con la cabeza. En mis brazos aún quedaban cicatrices, al igual que en aquella pierna donde el monstruo me había atacado, pero no eran más que eso, con el tiempo desaparecerían.