Despedida

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En coautoría con paudiaz044

NARRA CINDY

Salí de la casa sintiéndome aburrida, Mindy no estaba, al parecer había salido a pasear con Daichi o algo así, no es que me importara, no me disgustaba estar sola pero sin nada que hacer me sentía demasiado aburrida. Fui a ver a los conejos, pero como estaba a punto de ocultarse el sol estos ya estaban acomodándose para dormir.

Suspiré aburrida observando alrededor, todo parecía tan tranquilo. Decidí ir a casa de Zarah y Samara, los últimos días no eran divertidos porque todo era sobre levantarle el ánimo a la chica empalagosa, pero con el regreso de Skeletonto eso había cambiado, ¿cómo alguien tan tonto como él había podído ayudarla cuando todo el refugio fracasó en tal tarea?

No quise pensar mucho en ello, quizá eran cosas de su especie, ellos debían de entenderse. Aún así caminé hacia su casa, quizá podría convencer a Zarah de ir a cazar o explorar alrededor del refugio, algo más divertido.

Al llegar llamé a la puerta, adentro se escuchaba bastante movimiento, quizá por eso no me habían escuchado, volví a llamar hasta que Samara abrió la puerta. Al abrir tenía un semblante entre preocupado y nervioso pero al verme sonrió casi aliviada.

—Ah, eres tú, qué alivio. Pensé que sería Skeleton, no le gusta esperar.

Comentó dejándome pasar. No entendía de qué hablaba, pero ya sabía que ella era extraña.

—Pensaba que ya había cambiado eso de que siempre estabas pensando en Skeleton.

Comenté buscando con la mirada a Zarah.

—Vienes a hablar con Zarah, ¿verdad? Está en su habitación.

Dijo señalando hacia una puerta evitando responder algo respecto a mi comentario. No le tomé importancia a su extraña manera de comportarse y fui hacia la habitación indicada mientras ella regresaba a la cocina donde parecía estar preparando algo, antes de entrar llamé a la puerta, pues esta estaba cerrada.

—Cindy, ¿qué pasa? 

Saludó Zarah invitándome a pasar, antes de poder responder observé su habitación. Todo lo que había estado alguna vez decorando el cuarto ya no estaba y sobre su cama estaba una mochila muy grande donde estaba guardando todas sus pertenencias. 

—¿Qué estás haciendo? 

Pregunté mientras la observaba sacando su ropa del armario para acomodarla dentro de la bolsa. 

—Estoy empacando. Skeleton quiere ir a la mansión, después de eso regresaré a mi aldea. 

Respondió con una sonrisa tranquila, le dirigí una mirada sorprendida, ¿dejaría el refugio para siempre? Ya sabía que este no era su hogar y que había dicho que se iría cuando no la necesitaran, pero no imaginaba que sería tan pronto. 

—Regresaré a visitarlos, no es una despedida para siempre. 

Comentó con una sonrisa tranquila, seguro notando mi expresión. Asentí en silencio volviendo a observar su bolso, esta vez noté el libro al lado. 

—¿Por qué sólo tienes mensajes de despedida de Samara y Skeleton?, ¿sólo a ellos los consideras tus amigos? 

Pregunté recordando los mensajes al principio de este. Ella sonrió divertida negando con la cabeza. 

—Ellos escribieron un mensaje, pero hay quienes se despidieron de otra manera. Por ejemplo este dibujo, fue como regalo de agradecimiento y despedida. 

Vida En Un Mundo LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora