Desilusión

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NARRA SAMARA 

Skeleton estaba molesto por todo lo que había sucedido, en especial porque de cualquier manera salíamos perdiendo, siempre iban a vernos como una amenaza para el refugio. Sin embargo no estaba de acuerdo con su plan, ¿irnos es la solución?, yo creo que deberíamos demostrar que podemos ser amables, cooperativos, amigables y buenos. 

Quizá sólo estaba demasiado molesto porque lo habían herido al intentar ayudar, pero es que intentar quitarle el arco a Skellen había sido pésima idea. Aún así es muy valiente, él sólo quería evitar problemas.

Habíamos tenido la reunión donde él dijo que nos iríamos sin importar lo que pensáramos, pero quizá podría intentar convencerlo de quedarnos y demostrar que podíamos ser de ayuda en el refugio. Ya podía imaginar nuestras casas, los hermanos saliendo a cazar juntos, Charlotte haciendo pasteles conmigo, Skeleton molestando a todos y Zarah teniendo todo bajo control. 

Había recorrido todo el refugio buscando a Skeleton para hablar, pero no lo encontraba, quizá había salido, suele caminar cuando se siente frustrado. Me dirigí hacia la entrada del refugio donde Carlos se encontraba leyendo un libro y Daichi jugando con Dark. 

—¿Vas a algún lado? 

Preguntó Carlos sin levantar la mirada cuando me acerqué. 

—Sólo quiero saber si han visto a Skeleton, quiero hablar con él. 

Expliqué acariciando a Dark quien se me había acercado para saludar. Sólo entonces Carlos me miró, parecía molesto. 

—Salió hace un rato, iba de un humor. Yo no lo buscaría. 

Respondió Daichi, Carlos lo regañó con la mirada sin que yo comprendiera por qué. 

—Por eso mismo quiero hablar con él. Quiere que nos vayamos del refugio, pero creo que puedo convencerlo de quedarnos. 

Dije, Carlos me miró con sorpresa. 

—¿Irse? ¿A su aldea? 

Preguntó, asentí con la cabeza. No agregó nada más. 

—Debe estar cerca del río, suerte con él. 

Dijo Daichi después de olfatear el aire un rato. Sonreí asintiendo y salí en su búsqueda. 

El chico lobo tenía razón, lo encontré junto al río con su mirada perdida en la distancia. Me senté a su lado, él ni siquiera pareció percatarse de mi presencia. 

Lo observé en silencio, tenía mil rasguños y heridas en sus brazos, manos y aquella marca del golpe que recibió en la nariz. ¿Cómo podía meterse en tantos problemas, salir lastimado y aparentar que no le importaba? 

—¿Quieres mirar algo más? Me estás molestando. 

Dijo molesto, bajé la mirada nerviosa sintiendo calor en mis mejillas. 

—Lo siento. Quería hablar contigo sobre tu idea de irnos del refugio. 

Comencé, pero me interrumpió. 

—No hay nada que hablar, no es una idea, es un hecho. Nos iremos en cuanto llegue Ender, y sólo porque Zarah quiere asegurarse que todo salió bien en el End, sino nos iríamos cuanto antes. 

Respondió serio y decidido. Suspiré pensando cómo comenzar a persuadirlo. 

—¿En verdad quieres irte? Extrañarás a tus amigos y ellos a ti. Además, no hay mucha diferencia entre vivir en nuestra aldea o aquí en el refugio. 

Dije, me miró con el ceño fruncido. 

—¿Estás hablando en serio?, ¿Vas a abandonar tu casa y todo lo que alguna vez perteneció a tu familia por estar con “tus amigos”? Además, claro que hay una diferencia, si me quedo aquí no me dejaran decidir mi vida y estando fuera del refugio puedo seguir con mis viajes. 

Dijo muy seguro, lo miré incrédula. Juraría que él había dejado de lado eso de viajar y tener aventuras, de estar siempre sólo. 

Tenía la esperanza de que quisiera vivir en una civilización y formar una familia. Si quería tener una oportunidad de hablar con él y convencerlo de todo eso esta era mi oportunidad, o si no probablemente no lo volvería a ver. 

—Skeleton, hemos sido amigos desde pequeños, crecimos juntos, nos apoyamos siempre, siempre estuvimos juntos y… 

Comencé, él se levantó molesto. 

—Ahorra tus palabras si ya sabes mi respuesta. 

Dijo, me levanté y me paré frente a él antes de que comenzará a alejarse. Cruzó los brazos cerrándose a cualquier cosa que le fuera a decir. 

—Después de todo lo que hemos vivido juntos no creo que no sientas nada por mí, creo que sólo te niegas a aceptarlo porque tienes miedo de amar y ser vulnerable. 

Dije creyendo firmemente en mis palabras, él rió sin ganas. 

—¿De qué rayos hablas? Lo que siento por ti… 

Comenzó pero lo interrumpí besándolo, con puras palabras sabía que jamás lo iba a hacer cambiar de opinión, tenía que actuar. 

Pasé mis brazos alrededor de su cuello evitando que se alejara, pero él con su mano libre apretó mi hombro con fuerza a la vez que me empujaba lejos de él. Cuando nos separamos lo miré sorprendida, creí que él en verdad podría llegar a sentir algo más por mí. 

—¿Qué haces? ¿Cuántas veces tengo que decirte que no siento lo mismo que tú sientes por mí? He intentado hacerte entender sin lastimarte, pero has llegado muy lejos esta vez. No eres para mí más que una amiga. 

Aclaró volviendo a cruzar los brazos. No sé si esperaba una respuesta o una disculpa, pero ni siquiera podía hablar, las lágrimas salían sin control de mis ojos y las palabras se ahogaban en mi garganta. 

Sin saber qué más hacer corrí hacia el refugio. En la entrada seguían Carlos, Daichi y Dark, él primero se levantó sorprendido al verme y me detuvo tomándome por los hombros para verme de frente mientras los otros dos me miraron en silencio agachando las orejas. 

—¿Qué sucedió? ¿Ese idiota te hizo algo? 

Preguntó furioso, negué con la cabeza intentando sonreír. No quería provocar más problemas. 

—Fue mi culpa, no es nada. 

Respondí, Dark comenzó a llorar con la garganta. Carlos tomó mi barbilla para que levantará la vista hacia él. 

—¿Qué sucedió? 

Preguntó con voz tranquila, aún así se notaba su preocupación. Sus ojos fijos en los míos intentando averiguar qué había pasado, aquello sólo me hizo recordar todo lo sucedido y lo mal que me sentía al respecto. 

—Skeleton no me ama. Me rechazó sin siquiera importarle lo que yo siento. 

Dije volviendo a romper en llanto sin poder explicar nada más. Carlos me abrazó esperando a que yo me desahogara y podía sentir como Dark se acariciaba contra mi pierna intentando consolarme.

Sólo podía sentirme miserable, todo este tiempo había esperado por el día en que Skeleton dijera que ya no habría más viajes y que quería quedarse a mi lado, pero ahora entendía que eso era un futuro imposible, inexistente. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Cómo se supone que siguiera adelante? 

Vida En Un Mundo LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora