Paranoia

145 15 23
                                        

NARRA CHARLOTTE 

Me encontraba en mi habitación arreglando mis vestidos. Todos ellos eran hechos por Mindy quien hizo su mejor esfuerzo en imitar el estilo de los vestidos de los ghast, unos eran casi idénticos e incluso unos lucían mucho mejor que los que solía usar pero ninguno de ellos era como el que me había dado Magna. 

No podía dejar de pensar en ello, Magna conocía a Spealer desde antes pero era imposible que ella le hubiera dado ese vestido, ¿para qué Magna lo hubiera necesitado? 

Además, había mencionado que le había hecho algunas reparaciones, pero, ¿por qué conservarlo? ¿Por qué ocultaba de dónde lo había obtenido? 

Quizá tenía más amigos ghast y no me lo quería decir, pero no tenía sentido porque seguirlos ocultando incluso después de que le haya contado sobre Spealer y Forgett. Su manera de actuar de por sí era sospechosa y después de nuestra última conversación no podía dejar de pensar que sabía cosas importantes. 

Debía hacer un plan para averiguar los secretos que ella no quería decir, preguntaría a Spealer sobre ella, quizá incluso Forgett pudiera saber algo. Después de todo ambos habían sido entrenados para enfrentar todo tipo de situaciones, incluso para averiguar si alguien podía estar tramando u ocultando algo importante. 

Mientras me convencía de que esta sería la mejor opción, volver y averiguar más con toda la ayuda posible, comencé a guardar los vestidos dentro del armario. Estaba pensando como podía hacer que mis nuevos amigos ghast me ayudaran averiguando sobre Magna cuando un golpe se escuchó en el piso de abajo. 

Se supone que estaba sola, aquel ruido me tomó desprevenida sobresaltándome un poco. Sin pensarlo dejé el vestido que iba a guardar en ese momento sobre la cama y salí de la habitación haciendo el menor ruido posible. 

No había nada extraño, mucho menos alguien a quien hacer responsable de aquel estruendoso sonido. Pensando que quizá otra vez alguien había querido destruir el portal o algo así fui directamente a la habitación de este. 

Nada parecía fuera de lo común, el portal funcionaba correctamente y no parecía que nada hubiera entrado o salido de él. Salí de la habitación y revisé una por una las habitaciones de abajo, pero tampoco encontré nada, mucho menos logré averiguar que había sido ese sonido. 

¿Podría ser que hubiera estado tan nerviosa que imaginé ese sonido? Pensaba mientras revisaba las habitaciones del segundo piso, aunque tampoco había nada. Era muy obvio que no iba a encontrar nada puesto que yo estaba en el segundo piso cuando el sonido se escuchó abajo, si el responsable hubiera querido subir lo habría visto. 

No encontré nada, bajé de nuevo pero sólo había silencio alrededor, nadie estaba en la casa más que yo. Caminé hacia la puerta principal, al momento de abrirla me encontré con Cindy parada delante de ella. 

Al verla una sensación de alivio me invadió, sonreí divertida. 

—¿Acaso estabas jugando? 

Pregunté, ella me miró sonriendo pero con duda. 

—¿Jugando? No sé de qué hablas. Es una suerte que hayas abierto justo ahora, no sabía cómo llamar a la puerta, vengo de casa de Marcus, Canela ha tenido a sus bebés y quería enseñartelos, estaba segura que te encantarían.

Explicó, sólo entonces noté el bulto que protegía abrazando con ambos brazos. La tela con la que los cubría se movía de repente, movimientos apenas visibles. 

—¿Acabas de llegar? ¿Estuviste antes con Marcus? 

Pregunté, ella asintió. 

—Me mandó a avisar desde la mañana con Miki sobre Canela, apenas salí de su casa, pero debo volver porque dice que los conejitos deben estar con su mamá. 

Respondió de nuevo. Desde mi regreso había visto a una Cindy más madura y centrada, pero ahora parecía una niña risueña a causa de los pequeños animalitos. 

Me hubiera encantado compartir mi emoción con ella, pero saber que no era la responsable del sonido me hacía preocuparme. 

—¿Qué sucede? No pareces muy bien. 

Preguntó, intenté sonreír para no preocuparla. 

—No es nada. Comienza a hacer frío, ¿por qué no voy después a conocer a los conejos?

Propuse, ella me miró extrañada pero no respondió nada, sólo asintió. 

—Está bien. 

Respondió dudosa dando media vuelta para ir a casa de Marcus. Cerré la puerta escuchando el rechinido que hace al abrir y cerrar. 

Si el sonido no había sido parte de mi imaginación definitivamente debía haber alguien más aquí, no pudo haber escapado sin que no me diera cuenta. Además, sabía que debía ser una persona porque no había nada fuera de lugar, si tan solo hubiera algo tirado podría hacer a ese objeto responsable. 

Con miedo a que pudiera escapar mientras revisaba la casa coloqué un par de sofás bloqueando la puerta. Mis ventanas no se abrían así que si quería salir por ahí debía romper el cristal y eso me alertaría, y probablemente a mis amigos también? 

Lo primero que hice fue bajar a la habitación del portal y lo desactivé, luego subí a buscar por toda la casa por una segunda vez. 

Busqué dos veces más, revisando cada rincón, cada espacio, incluso cada cajón y cada armario. Aún no había nada, ¿podría ser que estaba comenzando a perder la cabeza? 

Intenté recordar el momento; apenas empezaba a oscurecer, me encontraba en mi habitación guardando mis vestidos cuando escuché un fuerte sonido en el piso de abajo pero cuando investigué no había nada. Si alguien hubiera logrado escapar Cindy definitivamente debería haberlo visto porque llegó poco después del evento. 

Ya que parecía que no me estaba enfrentando a nada físico intenté recordar en qué pensaba mientras guardaba mis vestidos. Recordé que pensaba sobre Magna, sobre que me resulta sospechosa su manera de comportarse y que seguro sabe mucho más de lo que dice. 

Mis ojos se abrieron de golpe, ella me curó cuando mi cabeza había resultado herida. Había sido herida de la cabeza, sólo encontraba dos explicaciones; mi cabeza había resultado dañada y probablemente comenzaría a conocer las consecuencias ahora, o ella me había hecho algo. 

Recordé aquella ocasión donde estaba hipnotizándome, recuerdo lo que sucedió antes y después, no durante el proceso, pero sí tengo muy presente que Blake estaba muy preocupado cuando desperté.

Él parecía querer enfrentar a Magna para protegerme, como si hubiera sucedido algo muy malo, yo no entendía nada en ese momento pero ahora comenzaba a dudar sobre que podría haber pasado en ese momento o que podría haberme hecho todo el tiempo que estuve con ella tomando las pociones que me daba sin dudar nada por confiar en sus buenas intenciones.

¿Sus intenciones de verdad eran buenas?, ¿en verdad había querido ayudar o yo había sido demasiado ingenua? No me perdonaría haber caído en una trampa y arriesgar la seguridad de mis amigos.

Vida En Un Mundo LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora