Levantando El Ánimo

160 19 90
                                    

NARRA SAMARA 

Me levanté de muy buen humor, había descansado muy bien y además anhelaba que ya fuera hoy. Skeleton había estado de muy mal humor, aunque a nadie parecía extrañarle, quizá es su manera de ser así con ellos, aún así quería levantarle el ánimo. 

Una de mis habilidades es la cocina, y Skeleton adora comer, además en muchas ocasiones ha adulado mis pasteles, en especial los de bayas silvestres. No es una fruta muy fácil de conseguir, pero por él lo haría. 

Iría a conseguir bayas silvestres en las zonas cercanas y luego regresaría al refugio a hacerle el mejor pasteles de todos. Lo mejor de todo es que sería una sorpresa para él, esperaba que eso también ayudara a subir su ánimo. 

Una vez que estuve lista para salir miré alrededor, sólo estaba Skellen sentada sobre su cama abrazando sus piernas mirándome, cuando la miré fingió ver hacia otro lado. 

—Buenas noches, Skellen. ¿No vas a salir hoy? 

Pregunté, todas las noches se había levantado diciendo que nadie ahí servía para proveer de comida y que ella debía cazar y no sé qué más. 

—No, todos esos buenos para nada dijeron que irían a cazar en grupo. ¿Desde cuando se ha visto que los arqueros vayan en grupo? Da igual, pienso disfrutar de la tranquilidad que habrá aquí al no tenerlos cerca. 

Dijo, asentí con la cabeza sonriendo. 

—¿Te gusta el pastel? 

Pregunté con una amable sonrisa, ella hizo una extraña mueca de desagrado. 

—Odio las cosas dulces, mejor olvídalo. 

Dijo, bajé la cabeza apenada. 

—En la aldea a todos les gusta, incluso a tus hermanos, entonces… 

Comencé a explicar, pero apenas mencioné a sus hermanos ella enfureció.

—¡¿Quieres dejar de hablar de una vez?! Sal de aquí, dije que quería estar sola y tranquila. 

Exigió, asentí con la cabeza apenada.

—Lo siento mucho. 

Me disculpé antes de salir. Suspiré triste, ¿por qué los demás no sonríen casi nunca? 

Caminé hacia la salida del refugio mientras intentaba borrar aquella escena de mi cabeza antes de que las lágrimas comenzarán a inundar mis ojos. 

—¿No vas un poco tarde? 

Preguntó Carlos sacándome de mis pensamientos, le sonreí amable. 

—Buenas noches Carlos, ¿de qué hablas? 

Pregunté, él se encogió de hombros. 

—Todos los arqueros salieron temprano para cazar, aunque discutían tanto que seguro no regresarán todos. 

Respondió burlándose, sonreí intentando mantenerme positiva. 

—Así son ellos, pero son amigos, no tienes que preocuparte. 

Dije, él negó.

—Jamás he dicho que esté preocupado por ellos. 

Respondió, sonreí nerviosa. 

—¿Te gustan los pasteles de bayas silvestres? 

Pregunté, él sonrió asintiendo. 

—¿Vas a regalarme un pastel? 

Preguntó divertido, sonreí nerviosa, sabía que si mencionaba a Skeleton se pondría furioso enseguida. Por alguna razón lo odiaba. 

—Sí, para los amigos. 

Vida En Un Mundo LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora