Tiranía

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NARRA ENDER 

Mi padre miraba furioso hacia el anciano esperando una explicación de porqué poseía el libro del End. Era como algo sagrado, todo sobre el End, sus tradiciones y sus reglas estaban ahí. 

—No es el libro… 

Comenzó, pero mi padre lo interrumpió. 

—Piensa bien lo que vas a decir, no soy un niño pequeño al que puedes mentir y puede que ya no posea el poder del dragón, pero aún así podría arrancarte la cabeza si así lo quisiera. 

Amenazó, las partículas a su alrededor comenzaban a multiplicarse y sus ojos brillaban furiosos, estaba conteniendose pero no dudaría así demasiado. 

—Como decía, no es el libro que ustedes conocen, este es el verdadero libro del End. Aquel que sus ancestros planearon destruir fracasando en su cometido. 

Continuó, mi padre cruzó los brazos. 

—Me sorprende, tienes habilidad para mentir, así pareciera que dices la verdad.

Se burló, Zarah sólo negaba con la cabeza cada que mi padre decía algo. 

—El libro que ustedes conocen, y que aprenden de memoria es una parte de este, sí, pero modificado para conveniencia del rey de hace generaciones, demasiadas generaciones atrás para ser exactos.

Explicó, mi padre fingió bostezar para molestarlo pero el extraño hombre continuó. 

—Hace demasiado tiempo atrás, antes de que se nombrará a una familia como la familia real, dejaban que el poder del dragón eligiera a su siguiente portador cuando el actual estaba ya muy débil como para seguir protegiendo el End, aunque en aquella época rara vez presentaba problemas. El poder del dragón elegía a su consideración su portador, pero casi siempre elegía a una enderman cosa que molestó a un chico que desde pequeño había entrenado esperando ser un futuro portador. Este chico era un enderman muy listo y fuerte para su edad, sin embargo era bastante egoísta, el día que llegó el momento de cambiar de portador el poder no lo eligió a él, enfurecido y sin que la actual portadora se enterada reunió a un grupo de endermans convenciendolos que una mujer no podía cuidarlos. Tanta era su inteligencia que pudo manipular a un gran porcentaje de los habitantes del End quienes se levantaron en armas amenazando la vida de la, en ese entonces, reina dragona. Cuando se vio acorralada y sin poder defenderse porque sabía que el poder no era para ser usado en contra de los mismos enderman se rindió, renunció a su poder y prometió cederlo a ese enderman si prometía que no le haría daño. El enderman le dio su palabra, pero no la cumplió, una vez dueño del poder se deshizo de ella y de toda su familia lanzándolos al vacío, donde nadie sabe que hay o que pasa con quien cae ahí. 

Contaba, Zarah, el hijo del hombre y yo estábamos tan concentrados escuchando que cuando mi padre volvió a interrumpir nos sorprendimos. 

—Ajá, sí, que interesante historia. ¿Qué tiene que ver todo eso con el libro? 

Exigió, el hombre con su paciencia intacta asintió. 

—En el libro original, osea este, se cuenta todo sobre el End y el poder del dragón. Aquí dice que cualquiera digno del poder puede portarlo sin importar su género, esa era una de las razones por las que decidieron crear una copia a su conveniencia y destruir este. Sin embargo no lograron destruirlo y decidieron esconderlo dónde pensarían que jamás lo encontrarían, en una roca de lava. 

Explicó, mi padre una vez más rodó los ojos aburrido pero antes de poder comentar algo el anciano siguió hablando. 

—Ese chico hambriento de poder llevaba el nombre de Ender, una vez que tuvo a todos dominados a su gusto los hizo creer que sólo sus descendientes podían heredar el poder, es por eso que desde pequeños entrenan para ser el futuro rey, porque no todos son dignos pero hacen su mayor esfuerzo por controlarlo y mantener “sus costumbres”. Por eso a algunos les cuesta más dominar el poder que ha otros. Además que para evitar repetir la historia hicieron creer a los habitantes que una enderman no puede dominar el poder sin corromperse y mejor deciden sacrificarlas al nacer. 

Continuó, mi padre cruzó los brazos cerrándose a creer todo eso, Zarah lo miraba entre sorprendida e incrédula, quizá por lo último mencionado. 

—Aún así, Ender ya tiene el poder en su posesión, ahora debe cumplir su deber. Al menos hasta que su hijo crezca lo suficiente. 

Dijo necio de nuevo. Lo miré molesto. 

—Ya te he dicho que mi hijo, o hija, no va a heredar el poder, mucho menos si llega a ser un Creeper. 

Le respondí, el anciano sonrió. 

—No, en realidad ambos están equivocados, ese nuevo ser no es un Creeper ni un enderman… 

Explicó, mi padre enseguida lo interrumpió, de nuevo. 

—Genial, ahora tendremos un monstruo en la familia. 

Se quejó mirándome, sus palabras me enfurecieron, tenía ganas de golpearlo pero aquel hombre volvió a tomar la palabra. 

—No, un monstruo no, un híbrido. Una combinación entre Creeper y enderman. 

Dijo, mi padre lo pensó un momento. 

—¿Será una criatura con habilidades de Creeper y de enderman? Eso lo haría un ser invencible sumándole el poder del dragón. 

Comentó, el hombre de nuevo negó con la cabeza. 

—No, en realidad no. Dentro de este libro también se mencionan más situaciones, una muy parecida a esa que menciona; los enderman siempre han sido muy ambiciosos, en algún momento uno de ustedes pensó en crear un ser superpoderoso, un híbrido de enderman y ghast el cual cuando fuera adulto obtendría el poder del dragón. Cuando ese momento llegó hicieron la ceremonia correspondiente y aquel híbrido obtuvo el poder, pero apenas unos segundos después su cuerpo explotó. Un híbrido es algo así como una especie modificada, corrupta, algo así no resiste tanto poder. 

Contó, mi padre me miró furioso. 

—Genial, tendrás un hijo inútil y bueno para nada. ¿Sabes algo? Ahora todo esto me da igual, has ganado, nuestro nombre no podría estar más por los suelos, gran trabajo. 

Dijo furioso y a la vez decepcionado caminando hacia la salida de aquella habitación. 

—¿A dónde vas? No sabes el camino de regreso. 

Dije, ni siquiera se dio media vuelta para responder. 

—Con el tiempo perdido gracias a la chica sensible al sol tengo tiempo de perderme y volver a encontrar el camino, incluso puedo llegar antes que ustedes. 

Respondió a la vez que se seguía alejando. 

—Él estará bien, incluso es mejor que pase tiempo solo para asimilar todo esto. 

Respondió el anciano. No creía mucho en sus palabras pero decidí confiar en él. 

Sin más interrupciones de mi padre terminó de contarnos más historias del End, del libro, del poder y finalmente a lo que habíamos ido; el traspaso de poder. 

Vida En Un Mundo LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora