Una Desconocida

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Colaboración con paudiaz044

NARRA STEVENS 

Recién llegaba a la casa de Enderson y Cooper, pues había ido a desayunar con Sooka y el padre de Ender. Sooka me había invitado porque dijo que desde que habíamos ido a conocer al bebé ambos, Ender y yo, estábamos más tranquilos. 

La verdad es que tenía razón, el padre de Ender ya no andaba malhumorado ni molestaba a nadie en el refugio. Y de alguna manera me sentía más tranquilo, aún no podía decir que no sentía nada por Cuppa, quizá jamás dejaría de sentir tanto por ella, pero al menos me podía sentir feliz de que ella fuera feliz. 

Estaba viviendo la vida que había elegido, y era feliz. Si no podíamos ser felices juntos al menos me alegraba de que ella tuviera su propia felicidad. 

Entré a la casa esperando sólo encontrar a Enderson y Pancho, pero al parecer Cooper se había tomado el día libre. Cada día, sin importar el clima o su apenas y había podido descansar, iba a cuidar de su pequeño sobrino. 

Enderson estaba sentado en el sofá leyendo un libro, en la alfombra que estaba frente al sofá se encontraba Cooper acostado boca arriba con Pancho sobre su estómago. Pancho parecía estar dormido o demasiado relajado, Cooper se entretenía rebuscando entre sus plumas. 

—¿Qué es lo que haces? 

Pregunté curioso, Cooper sonrió a modo de saludo. 

—Nada, a Pancho le gusta tener su plumaje limpio. 

Respondió con naturalidad, decidí no preguntar nada más. Ya sabía que el pequeño Creeper era un tanto extraño. 

—¿No es la tercera vez que lees ese libro? 

Pregunté a Enderson. Recordaba que en otras ocasiones lo había encontrado con él mismo libro. 

—Quinta en realidad. 

Respondió, supuse que ambos estaban aburridos sólo dejando pasar el tiempo.

—¿Hoy no vas a cuidar de tu sobrino? 

Pregunté a Cooper, él negó con la cabeza. 

—Marcus llegó desde antes de que amaneciera. Parece ser un experto en cuidar bebés así que Cuppa dijo que podía descansar hoy. 

Respondió sin dejar su tarea de acicalar al pollo. Quizá Skeleton era un dolor de cabeza, pero mantenía las cosas más interesantes en este sitio. 

—Hey, hace un día espectacular y no parece que vaya a llover. ¿Por qué no vamos a caminar por ahí?, quizá encontremos algo interesante. 

Propuse, Cooper se levantó enseguida olvidando que tenía a Pancho sobre él. El emplumado ser aleteó para no golpear contra el piso. 

—¿Podemos ir por flores? Quiero llevarle un gran ramo de flores hermosas a Cuppa y Cander. 

Dijo emocionado tomándome por la muñeca con ambas manos. 

—No puedes hacer eso, puedes enfermar al bebé. 

Respondió Enderson, Cooper asintió desanimado, pero casi enseguida volvió a sonreír. 

—No importa, entonces haré un gran ramo para Skellen. 

Respondió, sonreí divertido a la vez que asentía. 

—Vi unos grandes rosales por aquí cerca, seguro que le gustaran. ¿Vienes Enderson? 

Pregunté, cerró su libro y se levantó para acomodarlo en su lugar. 

Vida En Un Mundo LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora