Juntos Por Decisión Propia

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Dedicado a 0-Yuri-0

NARRA NILSA

Había salido a caminar cerca del río con Gerd, hoy Einar era el encargado de cazar, Gunilda estaba encargada de la comida mientras que a Ivar le tocaba la recolección de materiales. Gerd era el encargado de limpiar la cocina, pero debía hacerlo después de la comida y yo ya había limpiado la casa por lo que ambos habíamos salido a relajarnos.

—Me sorprende que no hayas invitado a Alix para que nos acompañara.

Comentó Gerd mientras caminaba de vez en cuando lanzando al agua las pequeñas piedras que encontraba en el camino.

—Quizá estaba ocupada.

Respondí, él me miró curioso.

—¿Quizá? ¿Ha sucedido algo? Últimamente apenas y las veo dirigirse la palabra.

Quiso saber, negué con la cabeza.

—Sé que yo fui la que les pidió que la dejaran que se quedara con nosotros, pero estaba pensando que quizá no era lo mejor. Ella suele decir que no está enojada con nosotros, pero, ¿no has pensado que piensa así porque de alguna manera se siente obligada a estar con nosotros?

Expliqué, él se detuvo mirándome con intriga.

—¿Qué quieres decir? No entiendo a qué quieres llegar.

Confesó, pensé unos segundos antes de responder.

—Hablo de que de alguna manera la hemos convencido de permanecer con nosotros, es decir, ¿acaso le hicimos sentir que tenía alguna otra alternativa? 

Respondí, él guardó las manos en los bolsillos de su chaqueta mientras me miraba pensativo.

—¿Estás diciendo que deberíamos dejarle en claro que puede irse, que es libre y no haremos nada en su contra decida lo que decida?

Preguntó, asentí con la cabeza. Él suspiró negando.

—Nilsa, quizá ya lo olvidaste pero se le dijo antes de dejar el refugio que podía quedarse ahí si quería. ¿No es que en realidad estás intentando probar algo?

Respondió para después hacer aquella pregunta como si insinuara algo.

—¿De qué hablas? 

Pregunté, él suspiró caminando hasta llegar a la orilla del rió donde se sentó metiendo sus pies al agua, me miró invitándome a acercarme. Lo imité, cuando estuve a su lado comenzó.

—Lo que quiero decir es que no sé qué suceda contigo, pero parece que te estás llenando la cabeza con ideas que sólo han logrado volverte insegura; has preguntado si hubiéramos preferido que te hubieran matado a ti en lugar de Gerda, si estamos en desacuerdo con las reglas y actividades que nos has puesto a cada uno para la casa, si nos aburre esta vida que llevamos ahora.  Has hecho tantas preguntas a todos como si te culparas de muchas cosas de las que no deberías. 

Explicó, no supe qué responder, sentía mis manos temblar nerviosas y mis ojos comenzaban a humedecerse.

—Creo que lo que quieres probar o de lo que quieres asegurarte es que todos queremos estar contigo, que no estemos juntos sólo por sentirnos obligados, responsables o algo así. ¿Es eso?

Preguntó, sin embargo no obtuvo una respuesta. No supe qué decir.

—Somos hermanos y somos todo lo que tenemos, los unos a los otros, pero eso no significa que estemos obligados a estar juntos o querernos, lo hacemos porque es nuestra decisión, créeme. Y pienso que la misma decisión ha tomado Alix, ella sabe que puede irse cuando quiera y aún así ha permanecido con nosotros. 

Vida En Un Mundo LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora