NARRA ENDER
Cindy había regresado después de ir a llamar a Cooper y sus amigos. Miki, Daichi y Mindy también habían ido a buscar a los demás.
De alguna manera mi padre se había enterado y también estaba cerca de la casa esperando noticias, lo miré molesto pero Cindy me dijo que no podía meterme en problemas ya que Cuppa podría necesitarme. Tenía razón, y además sabía que mi padre no sería tan tonto como para meterse en problemas estando todos reunidos.
Todos estaban conversando pero no sé habían acercado desde que había discutido con Cooper, pero quizá era mejor así, sólo lograrían ponerme más nervioso. Cindy intentaba mantenerme distraído hablando de diversos temas que alejaran mis pensamientos de lo que estaba sucediendo dentro de la casa.
Ambos nos quedamos callados cuando comenzamos a escuchar pasos acercándose, miramos hacia la puerta esperando que alguien saliera. Cinthya abrió y me sonrió, antes de que dijera algo me levanté y me acerqué.
—Necesito que me acompañes.
Dijo con su habitual tono de voz calmado, asentí con la cabeza entrando sin esperar más indicaciones. Cindy se quedó afuera con todos los demás que se habían acercado enseguida esperando averiguar qué sucedía.
—¿Sucede algo malo?
Pregunté nervioso mientras avanzabamos hacia la habitación, ella sonrió.
—¿Te parece?
Preguntó en respuesta, no respondí nada. Ella tampoco dijo nada hasta que estuvimos frente a la puerta de la habitación.
—Vamos.
Dijo mirándome cómo animándome a la vez que abría la puerta. Ella entró primero, la seguí.
Mi madre estaba al lado de la cama de Cuppa, con el nuevo miembro de la familia en brazos.
Estaba envuelto en una cobija blanca y sólo emitía como pequeños quejidos, no lloraba.
—Seguro estás nervioso, pero esto es fácil. Pon tu brazo aquí y nunca olvides sostener su cabeza.
Dijo mi madre enseñándome a cargar al bebé. Mientras explicaba acomodaba mis manos y brazos de la manera adecuada.
Una vez que tuve al pequeño en mis brazos lo observé de cerca. Tenía sus ojos cerrados, en su cabeza brillaban unos delgados cabellos dorados, su nariz pequeña y graciosa como la de su mamá y su piel clara como la mía.
—Parece que será bastante tranquilo. Tardará en abrir sus ojos cerca de una semana.
Explicó Cinthya, asentí con la cabeza. Ericka me miró cargando al bebé y comenzó a llorar en silencio.
—¿Puedes no hacer eso? Te haces daño.
Dije, ella bajó la mirada, pero Cuppa me miró sonriendo. También con lágrimas en los ojos.
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Vida En Un Mundo Loco
FanfictionTercer parte de; "Una Vida Pixeleada", "Sobreviviendo en un loco mundo" y "Pixeles Sobrevivientes". Todo vuelve a la calma después de una larga lucha contra monstruos y poderosos enemigos, ahora nuestros amigos se disponen a reconstruir su hogar y r...