Vida En Un Mundo Loco

Confusión De Sentimientos

Especial de San Valentin II.

"El corazón le pertenece a quién le hace latir con rapidez."

NARRA SAMARA

Salí de la construcción emocionada, había soñado que horneaba el más delicioso pastel decorándolo con bayas y fresas. Caminé en dirección a la cocina con la intención de convencer a Mindy de hornear ese pastel pero me detuve sorprendida al encontrarme algunos enderman modificando la construcción.

-¿Qué hacen?, ¿qué sucede?

Pregunté, pensé que ninguno me respondería, pues ni siquiera volteaban a verme, pero Sooka apareció de repente a mi lado.

-Prácticamente cada quien tiene su casa con todo lo que se necesita para vivir bien, no hará falta una cocina comunitaria. Ellos dicen que antes había una construcción donde se divertían así que están transformándolo en eso.

Explicó, asentí con pena, en especial porque Charlotte tampoco estaba para poder hornear conmigo. Ayer había partido al Nether para acompañar a aquellos chicos de regreso a su hogar y no volvería hasta dentro de un par de días más.

-Gracias, nos vemos entonces.

Dije alejándome de ahí. Sin un motivo, como alimentar a todo el refugio, veía difícil que Mindy quisiera hornear conmigo. Y todos los demás parecían tan ocupados.

Iba a regresar a la construcción para conversar con los hermanos pero vi pasar a Skeleton. Caminaba como si se ocultara de alguien, sonreí divertida escondiéndome cerca.

Lo conocía muy bien como para saber hacia dónde se aproximaba. Sin que mis cálculos fallaran él se escondió tras la casa donde yo me encontraba oculta.

-¡Te tengo!

Grité tomándolo del brazo, él gritó asustado pero enseguida cubrió sus labios mirando en dirección de donde venía.

-¿Estás loca?, ¿en qué estabas pensando?

Preguntó serio, sonreí divertida.

-¿Y tú de quién te escondes?

Pregunté burlándome, él cruzó los brazos haciéndose el ofendido.

-Yo no me estoy ocultando de nadie, no soy un cobarde.

Respondió, reí divertida molestando más. Creí que se enojaría y comenzaría a contar sus historias para demostrar su valor, pero en lugar de eso me miró en silencio, como si quisiera averiguar algo.

Nerviosa dejé de reír, acomodé mi cabello sin saber que estaba sucediendo. Él seguía mirándome sin decir palabra alguna, quizá tenía algo en el rostro, o lucía mal. Sea lo que fuera me estaba incomodando.

-¿Puedes decir algo o dejar de mirarme de esa manera tan extraña?

Dije nerviosa apartando la vista, sonrió de lado levantando una ceja.

-¿Acaso lo has olvidado?

Preguntó, lo miré sin comprender.

-¿El qué?

Pregunté, negó con la cabeza.

-Recibí una paliza por tu culpa y tú actúas como si nada sucediera. Eso me lleva a pensar que lo has olvidado, todo.

Bajé la mirada nerviosa mientras jugaba con mis manos.

-Lo siento, ya he pedido a Carlos que no te haga nada.

Respondí, rió por lo bajo como si le hubiera contado un mal chiste.

-Claro, le has pedido a Carlos. Si no me hubieras involucrado en tu tonto juego de amor no tendría tantos problemas.