¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)

La Piedra Filmoserial

Odiaba a Potter con toda su alma.

Apenas despertó, aún sin abrir los ojos, volvió a sentir mareo. No duró mucho, pero ahora estaba en la enfermería por seguir a su primo, que a su vez, seguía a Potter.

Así que la próxima vez que despierte en una camilla, y si era culpa de Potter, lo tiraría de la torre de astronomía.

Abrió los ojos y miro a su alrededor, no había nadie más además de ella. A su lado un pergamino junto a una caja con lo que parecían ser pociones.

- Veo que ya despertaste, Keyla - Se fijó en Dumbledore que acaba de entrar a la enfermería - Espero que no tengas problemas de sueño. Solo has dormido dos horas desde que Hagrid te trajo.

- ¿Que fue lo que pasó?

- También yo quisiera saber eso, Draco y Harry me informaron que te desmayaste en mitad del bosque.

- No fue por miedo o algo así - habló Keyla de forma rápida - Fue extraño, cuando ví a esa persona me sentí mareada y con un fuerte dolor de cabeza - El maestro no dijo nada, al contrario la veía de forma amigable - ¿Que es eso? - Pregunto Keyla señalando la caja con pociones.

- El maestro Snape supuso que aún seguirías dormida cuando empezará su examen. Trajo las pociones y las preguntas para que las respondieras cuando despertarás - Keyla levantó las cejas. Ni aún estando en el hospital Snape la dejaba faltar al exámen, eso era mucha manía.

- ¿Draco?

- Debe estar dormido, es muy tarde Keyla - Keyla miro a través de la ventana, el cielo seguía oscuro. Dumbledore dijo que solo había dormido dos horas, por lo que serían como las dos o tres de la mañana - Duerme bien, Keyla, mañana empiezan los exámenes. Le avisaré al profesor Snape que si irás a su examen.

- Antes de que se vaya - Keyla se sentó mejor en la camilla - Sé, que algo está pasando en la escuela. Las muertes de unicornios, el Troll, esa persona que estaba chupando la sangre del unicornio, y Vi al maestro Quirrell por la zona prohibida del tercer piso queriendo abrir una puerta - Keyla hablaba mientras contaba con sus dedos. Pensó en la piedra filosofal que Potter y su pandilla buscaban, pero decidió no decir nada por alguna razón.

Dumbledore acomodo sus lentes de media luna con su dedo, guardando la calma.

- Severus me informo sobre la situación del maestro Quirrell, eso es algo que no debe preocuparte, Keyla. Pero me sorprende como logras deducir que el maestro tiene algo que ver con todo lo que está pasando - Dumbledore le volvió a sonreír - Eres inteligente, Keyla, y estoy seguro de que descubrirás lo que pasa incluso antes que cualquier maestro.

- ¿Usted cree que pueda descubrirlo?

- Creo que ya lo descubriste, solo no te has dado cuenta - Keyla tragó en seco pensando de inmediato en la piedra filosofal - pero debes tener cuidado, Keyla. Y tratar de no buscar en el lugar equivocado.

Dumbledore le ofreció otro caramelo de limón, al parecer el maestro amaba esos dulces.

- Hasta luego, profesor - se despidió Keyla cuando lo vio levantarse

- Nos vemos en unas horas, Keyla - El maestro salió y la dejo de nuevo sola.

Dumbledore creía que ella era tan lista como para descubrir un gran misterio como el que estaba pasando. Y si Dumbledore, unos de los mejores magos de toda la historia, creía eso, ella no debía decepcionarlo y resolver todo.

Para eso tendría que seguir a Potter y tratar de saber porque busca la piedra filosofal. Esa era la parte mala.

Los días de exámenes pasaron, y con ellos varias felicitaciones de los maestros hacía Keyla. No le había ido tan mal en los exámenes, y toda la presión que sentía durante esas largas horas ya se había ido.