¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)

De tal palo, tal Astilla.

Keyla salió de la sala común, se supone que debía verse con Ron quien quería contarle algo. Pero apenas salió de la sala común, alguien la tomo del brazo y la hizo correr.

- ¿Vamos a morir? - Pregunto Keyla mientras corría detrás de Harry.

- Tienes que ver esto - El chico entro a la oficina de Snape. Keyla también entro detrás de él esperando encontrarse con Snape moribundo o algo así. - Mira.

Harry la llevo hasta lo que parecía ser un pensadero en el escritorio de Snape.

Los recuerdos de Snape, algo que el maestro no querría que vieran y probablemente nadie debería ver. La curiosidad mató al gato, y si se asomaba tal vez termine con un castigo peor que los de Umbridge.

- ¿Por qué quieres que los vea? - Pregunto Keyla mirando fijamente el líquido.

- ¿No te da curiosidad? - Pregunto Harry de vuelta - Tal vez haya algo de nuestros padres...

Sirius Black y Severus Snape se odian, pero Priya Black y Severus Snape no. Tal vez, si entrara a la mente de Snape, podría saber cosas de sus padres que Sirius no le ha contado. ¿Estaba dispuesta a invadir la privacidad de Snape solo para responder sus preguntas?

- ¿Que dices? ¿Lo hacemos? - pregunto Harry colocando sus manos al borde del recipiente.

Keyla lo dudo un poco pero asintio y se paro frente a Harry del otro lado del pensadero. Miro el líquido con el labio temblando y lentamente empezó a hundir su cabeza.

El piso de la oficina tembló y Keyla cayó por completo en los recuerdos de Snape. Harry no tardó en caer a su lado para encontrarse en el gran comedor, solo que en lugar de las cuatro mesas gigantes, estaban al rededor de cien mesas pequeñas dirigidas a una misma dirección con un estudiante en cada una.

Era peligroso, no sabía que se encontraría ni que le esperaba cuando volviera a su tiempo con el Snape adulto o aún peor, cuando Snape descubra que entraron en sus recuerdos.

¿Por qué sigues a Potter? Eso significa problemas.

No sé podía arrepentir, pues ya estaba ahí, frente a un Snape adolescente que estaba pegado a su pergamino. El chico se veía notablemente más joven que el Snape que ella conocía, con aspecto pálido y demacrado, y con su cabello grasoso cayendo sobre el pupitre.

- ¡Cinco minutos más!

Harry y Keyla se abrazaron asustados por ese grito, pero se relajaron cuando vieron que se trataba del maestro Flitwick. El hombre se dirigía hacía un muchacho con un muy desordenado cabello negro...

- Harry... James - murmuro Keyla y Harry empezó a caminar hacia el muchacho con rasgos muy parecidos a los suyos.

Keyla lo siguió con un poco de distancia, se paro de repente cuando una pluma cayó frente a ella. Se quedó completamente quieta y miro a su lado izquierdo, dónde una chica que tenía cierto parecido a ella, se agachó para recoger la pluma.

Se fijó en como el labio de la chica tembló asustada por el repentino ruido de su pluma en el suelo, y sonrió cuando el maestro se giro a verla. La castaña volvió la vista a su pergamino y Keyla se agachó a su lado.

Era más parecida a ella de lo que pensaba, Priya tenía un largo y ondulado cabello castaño, casi rubio. Largas pestañas que adornaban una mirada soñadora que solo podía comparar con la de Luna. Sus uñas pintadas de verde esmeralda pasaban rápidamente por el pergamino leyendo las últimas preguntas de su examen.

Priya respondió y miro de reojo a su lado, Keyla siguió su mirada encontrandose con un chico de cabello largo, negro, ondulado y ojos tan grises como los suyos. Sirius también miro de reojo a Priya y le guiño un ojo de forma pícara.