¿Que habrá sido de Cenicienta?

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Keyla estaba sentada sobre sus piernas, detrás de Draco sobre la cama. Tenía un cepillo y lo pasaba repetidamente sobre el cabello de su primo.

- Keyla, ya estoy bien - Habló Draco de forma sería.

- Si claro, y yo soy un escarbato - Murmuro y dejo el cepillo a un lado, para poder abrazar su primo - Dobby dijo que "Eran", en pasado, tal vez incluso antes de que nacieras... No creo que quieran arriesgarte de esa manera, además Voldemort está en sus infiernos, no puede hacer nada.

Draco seguía sin responder, solo se limitaba a asentir o negar con la cabeza.

Keyla pensó por mucho tiempo que su padre era mortífago, y no era lindo pensar que él prefería a Voldemort por encima de ella. Creía que Draco sentía algo parecido, pero le era imposible creer que Narcissa este metida en algo oscuro.

- No estás solo, Draco - Susurro Keyla en el oido de su primo - Jamás te dejaré solo.

Si se iba con los Weasley, rogaría, gritaría y se pondría a llorar para que tanto Draco como Theo pudieran estar lejos de sus familias por un tiempo.

A veces envidiaba a los Weasley, porque Molly y Arthur los amaban con todo su corazón, y han estado con sus hijos toda su vida. Mientras que empezaba a descubrir que ni ella ni sus amigos tuvieron tanta suerte con sus familias. Sirius era un excepción, pero antes de él era horrible.

Era clase de Transformaciones, y mientras que Pansy y Ron abandonaron a sus amigos para jugar con una varitas falsas que inventaron los gemelos. Keyla y Harry discutían sobre cómo lograr que el huevo no chille cada vez que se abre.

- Y si intentamos con un hechizo silenciador - Propuso Harry escribiendo "hechizo silenciador" en un pergamino.

- Podría servir para callarlo, pero debemos escuchar un mensaje y si silenciamos el huevo podría silenciar el mensaje - Harry tomo un poco de tinta y tacho lo que había escrito - Podríamos tratar de abrirlo mientras volamos, si volamos rápido el grito se perderá en el aire y tal vez escuchemos algo.

- Para poder escuchar algo más que ese chillido, debemos volar muy rápido y eso nos aturdiría antes de que podamos escuchar nada - Keyla suspiro y le dió la razón a Harry - ¿Y si le preguntamos a Ojoloco?

- No confío en ese hombre, apuesto que ni siquiera le caigo bien y aún así me ayuda - Keyla empezó a golpear la punta de su pluma contra la mesa - Debe haber algo que aún no hemos pensado, algo tan obvio que se escapa de nuestra vista.

- Lo más obvio es cubrir al huevo con algo para que el sonido se pueda apaciguar - Habló Harry mirando la lista de cosas que intentaron para abrir el huevo, todas las ideas estaban tachadas - Pero no sirvió de nada, ese grito atraviesa paredes.

- Potter, Black si tienen algo que compartir con la clase, pueden decirlo - Los dos pelinegros miraron a Mcgonagall. Ambos se quedaron callados, y guardaron los pergaminos con las ideas - Ahora que Black y Potter tienen la amabilidad de prestar atención a la clase. Debo darles un anuncio...

La maestra se fijó en Pansy y Ron que peleaban con sus varitas en la parte de atrás. Después de llamarles la atención, siguió con el anuncio.

- Por favor, levántense - Todos hicieron caso extrañados. La maestra hizo desaparecer los pupitres con un movimiento de su varita, y apareció un tocadiscos en medio del salón - La damas al lado izquierdo y los caballeros al lado derecho.

Pansy y Keyla caminaron hasta el lado izquierdo de la sala junto a las demás chicas. Mientras que lo chicos se reunían al lado contrario.

- El baile de navidad - Empezó a hablar Mcgonagall - Ha sido una tradición en el torneo de los tres magos, desde que se estableció. La víspera de navidad, junto a nuestros invitados, nos reunimos en el gran salón para una noche de recatada frivolidad.

¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora