Dobby ganó

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Este capítulo es dedicado a Annaisha-Kun. ¡Feliz cumpleaños!.

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Entro a una sala poco iluminada, con columnas talladas en forma de serpientes que sostenían un techo tan alto que se perdía en la oscuridad.

Con el corazón en el puño, siguió caminando por esa sala esperando encontrar a Keyla. Ella estaba tirada frente a una estatua gigante de un hombre, con barba tan grande y fina que llegaba a su túnica. Y entre sus enormes pies, se encontra Keyla.

Harry corrió hacia ella y se tiró de rodillas para poder inspeccionar su cuerpo, estaba pálida y helada, pero en su sueño parecía tranquila.

- Black, Black - la movió un poco, pero ella no respondía - No puedes estar muerta, Keyla. No mueras... Despierta, por favor.

- Por ahora, no despertara - Harry se fijó en esa voz suave.

Había un chico de cabello negro apoyado en una de las columnas.

- ¿Tom Ryddle? - El chico asintió sin alejar su vista de Harry - ¿Que quieres decir con que no despertara? ¿Está muerta?

- Por ahora no - respondió Tom tranquilo viendo el cuerpo de la niña.

- ¿Eres un fantasma? - pregunto Harry. Tom había vivido hace unos cincuenta años, sin embargo estaba frente a él y no parecía tener más de dieciséis años.

- Soy un recuerdo, guardado en un diario hace cincuenta años.

- Debes ayudarme, ella no puede morir - Harry levantó un poco la cabeza de Keyla - Hay un basilisco y puede venir en cualquier momento, ayúdame... - Harry logro levantar a medias el cuerpo de Keyla, no era tan pesada como pensaba.

Trato de tomar su varita, pero ya no estaba en el piso.

- ¿Has visto...

Tom jugaba con su varita entre sus dedos. Harry trato de tomarla, pero Tom se negó.

- Hablemos un poco - Dijo Tom guardando la varita en su bolsillo - de todo modos el basilisco solo viene si se lo ordenan.

Harry lo miro con sospecha, algo raro estaba pasando.

- ¿Por qué Keyla está así? - En el rostro de Tom se formó una sonrisa ante esa pregunta.

- Esa, es una interesante cuestión - Habló Tom - ¿Que tan rota puede estar una persona como para contarle sus secretos y abrirle el corazón a un ser invisible? - Pregunto.

- ¿A qué te refieres?

- De mi diario - respondió Tom - Keyla me contaba sobre su asquerosa vida, como luchaba contra su tío, como en su equipo de Quidditch la menospreciaban, como empezaron a culparla de tantas cosas solo por ser quien es... - a Tom le brillaron los ojos - Para tener doce años, no tiene los problemas de alguien de su edad.

Harry miro a Keyla que dormía tranquila, no podía llegar a creer que alguien que podía ser perfecto, que se crió con Draco Malfoy, que debía vivir como princesa... Se sintiera tan mal como dice Tom.

- Era interesante hablar con ella, casi no logro que confiara en mi - Habló Tom esta vez miro a Keyla en vez de a Harry - Me mostré amigable, comprensivo, poco a poco logré que se enamorará de mi.

Tom río de forma fría, casi lúgubre.

- Su alma y la mía podrían ser gemelas, y eso me conviene. Era como vivir en ella...

- ¿Que quieres decir con todo eso?

- ¿Aún no lo adivinas Potter? Keyla Black abrió la cámara de los secretos, ella les envío el basilisco a todos esos hijos de Muggles, mato a las gallos del colegio y escribio los mensajes de las paredes... Y todo porque yo se lo pedí - admitió - Al principio se supone que no sabía nada, pero ella conocía muy bien el dolor corporal de heridas... ¿Tom, sabes que pasó anoche? ¿Tu tienes algo que ver en esto? Tom, no confío en ti... ¿Que me estás haciendo? - Empezó a recitar todo lo que Keyla escribía en el diario - No era una estúpida, pero era muy frágil y eso puede ser un gran defecto...

¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora