¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)

La envoltura de un dulce.

Keyla se encontraba frente al espejo con un felicidad contagiada por Sirius. No entendía como en algún momento pensó en escapar o en suicidarse, si su padre era tan feliz teniendola en casa.

Coloco un lazo en su cabello y se vistió para la cena de navidad de ese día, tarareaba algunas canciones que ya se sabía de memoria. Sinceramente, no tenía idea de que regalarle a Hermione y sentía que estaba en problemas por eso, pero por alguna razón eso no le importaba.

Solo estaba siendo feliz por primera vez desde que entró a la escuela ese año.

- Pase - Habló cuando escucho que golpeaban la puerta de su habitación, pensó que era Hermione, ya que aún dormían juntas, pero sonrió cuando vio a Remus en la puerta.

- Te ves muy linda, Keyla - Habló el maestro suavemente desde el marco de la puerta. Keyla sonrió mirando al maestro a través del espejo. - Quiero mostrarte una cosa.

- Claro ¿Que? - Pregunto Keyla.

- Mejor ponte un abrigo - sugirió el maestro. Keyla lo miro extrañada pero obedeció. - Quiero enseñarte un lugar.

- ¿Iremos con mi padre? - Remus rio algo incómodo y negó.

- Sin querer le recordé que Freddie Mercury murió y está llorando mientras canta - informo Remus. Keyla lo miro un poco extrañada, sin saber quién era el hombre que Remus nombraba. - Olvide que no sabes mucho de bandas Muggles.

- Bueno, los padres de Hermione tratan de enseñarme pero preferí aprender a jugar fútbol - Comento Keyla.

- ¿Fútbol? No sabía que te podía interesar tanto el mundo Muggle - Keyla sonrió sabiendo de quién era la culpa que le interesará el mundo sin la magia - iremos con Theodore - informo Remus cuando llegaron a la puerta y un Theo emocionado los esperaba.

- Esto es tan emocionante - Murmuro Theo en el oido de Keyla y tomando su mano - ¿A dónde iremos?

- Es una sorpresa - Remus ofreció sus brazos a ambos adolescentes - Trataremos de no tardar, tu padre me mataría.

Antes de que Keyla pudiera preguntar por qué, ya se habían transportado junto a Remus a lo que parecía un vecindario. Keyla miraba todo el lugar, sin saber dónde estaban, nunca había ido a ese lugar.

Theo camino un poco mirando las casas, deteniéndose en una casa un poco grande, con un buzón que decía algo muy curioso. Era el nombre de Priya y Sirius junto con marcas de pintura que imitaban sus manos.

- Keyla - la llamo mirando la casa que parecía abandonada.

La chica se dirigió hacía Theo y miro la casa, era linda y parecía esa típica casa familiar que imaginas en los cuentos. Con un lindo Jardín con un columpio, una puerta con el apellido familiar y un buzón. Theo se hizo a un lado esperando que Keyla notará el buzón. Remus estaba detrás de ambos esperando ansioso la reacción de Keyla.

Keyla tocó con cuidado la cerca que separaba la casa de la calle y se fijó en el buzón. Sintió un nudo en su garganta cuando vio las manos y los nombres de sus padres pintados en el objeto.

- ... El valle de Godric - Murmuro sabiendo que sus padres vivían ahí.

- Tu verdadero hogar - Habló Remus - Priya y Sirius la arreglaron a su gusto cuando se casaron...

Keyla miro más detalladamente el buzón, dándose cuenta de que en la parte de arriba había la marca de una pequeña mano y su nombre escrito con la letra de su madre. Puso su mano sobre su huella sintiendo la pintura.

Su respiración fallo cuando vio que en la tapa, ponía "familia Black".

- ¿Quieres entrar? - pregunto Theo tomando la mano de su amiga. Keyla asintio tragandose su ganas de llorar. Theo miro a Remus pidiendo permiso para entrar.