¡Es un mito, por el amor a Merlin!

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En situaciones como está, alguien se desmaya. Keyla era la más pronta a hacerlo, era como si algo la hubiera golpeado en la cara y debiera caer en ese momento.

- ¿Que está pasando?

Todos miraron a Filch, y como su cara se transformó al ver a la señora Norris. La cara de angustia y tristeza, hizo que Keyla sintiera culpabilidad aunque ella no lo hubiera hecho.

Dumbledore llegó detrás de Filch, y detrás suya otros maestros.

La mirada de Snape paro de inmediato en Keyla, que parecía un fantasma que acaba de descubrir que está muerto.

- Ven conmigo Argus - pidió el maestro Dumbledore después de sacar a la señora Norris de la argolla - Y ustedes también - miro a Keyla, Harry, Ron y Hermione.

Los estudiantes empezaron a dispersarse, Theo, Pansy y Draco miraron preocupados a Keyla. Ella solo les sonrió, tratando de decir que no había nada de que preocuparse.

- Mi despacho es el más cercano - Habló Lockhart - Puede disponer de él si lo desea.

- Gracias Gilderoy - Dumbledore y los demás profesores, junto a Filch y los cuatro niños, llegaron a la oficina de Lockhart. Dónde varios cuadros de él se escondían pues tenían unas redes en el cabello.

Colocaron a la señora Norris sobre el escritorio y todos empezaron a revisarla, mientras Lockhart daba sugerencias de como pudo haber muerto.

- No está muerta, Argus - informo Dumbledore - Solo está petrificada.

- Por eso decía que no podía estar muerta - Habló Lockhart a pesar de que había estado un buen rato hablando de la muerte de la gata.

- ¡Él debe saber! ¡Pregúntele! - Filch señaló a Harry que estaba igual de aterrado que los demás.

- Si me permite mi opinión maestro - Snape dió un paso al frente - Unos niños de segundo año no pudieron hacer una magia negra tan compleja. Opino que Black, Potter y sus amigos estaban en en el lugar equivocado en la hora incorrecta. - Snape tenía una ligera mueca de duda - sin embargo, es extraño que ninguno de los cuatro estuviera en la fiesta de Halloween.

Ron y Hermione testificaron sobre una fiesta de cumpleaños de muerte.

- ¿Y por que no fueron a la fiesta después? ¿Por qué ir al corredor? - volvió a preguntar Snape con una sonrisa.

- Porque... Porque... - Harry dudo un segundo, no podía decir que había escuchado voces - Estábamos cansados, queríamos ir a la sala común.

Snape dejo de mirar al trío para dirigir una mirada con un poco de curiosidad a Keyla.

- Estaba cansada, por eso no fui a la celebración - respondió sin atreverse a mirar a Snape - más tarde quise ir a la biblioteca para adelantar unos deberes, me encontré con el muro y el gato cuando iba al tercer piso.

- ¿Black, Alguien puede testificar tu versión? - pregunto Mcgonagall. Keyla aún sin mirar a los maestros, negó con la cabeza.

- Son inocentes hasta que se demuestre lo contrario - aseguro Dumbledore sin dejar de mirar de forma inquisitiva a los dos pelinegros - Podemos deshacer el maleficio, en cuanto la maestra Sprout tenga Mandrágoras, haré una poción para revivir a la señora Norris.

- La haré yo - Dijo Lockhart - habré hecho esa poción unas cien veces antes, podré hacerla incluso dormido

- Disculpe - interrumpió Snape - Pero el maestro de pociones en esta escuela soy yo.

Un silencio incómodo se produjo en el lugar.

- Pueden irse - Le dijo Dumbledore a los niños.

Keyla no se fue corriendo. Por el contrario caminaba de forma lenta y derecha con la vista perdida. Hermione, Ron y Harry la vieron alejarse como si fuera una estatua que está aprendiendo a moverse.

¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora