¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)

Romeo el enano

Hermione se la pasaba haciendo sus deberes en la enfermería. Cuando estaban bebiendo la poción multijugos, ella se equivocó con el pelo de su poción y mientras que Harry y Ron se convirtieron en personas, ella era un híbrido entre gato y humano.

Estaba llena de pelo negro, tenía cola y orejas, además de que sus ojos eran amarillos ahora.

Sabía que a Harry y Ron no les había ido tan bien, y aunque trato de advertirles que Black se daría cuenta, ellos no lo creyeron. Keyla no parecía tan tonta como Malfoy. En si, Keyla no era tonta.

Un poco irritable, con el mismo humor de un Dragón y con la sensibilidad de una mariposa. Pero no tonta.

Recuerda que una vez, Mientras terminaba de hacer el deber de Historia de la magia, Black paso por el frente de la enfermería riendo y jugando sobre los hombros de Theodore Nott.

Tal vez, él era el chico que le gustaba y no era "Tom". Igual le era extraño verla reír tanto. Solo la había visto así cuando estaban haciendo la poción, cuando la obligó a probar la poción de sabor asqueroso.

Sentía que Keyla no era muy... Real. No sabía nada de ella en general, pero sabía que no le gustaba que la menospreciaran, porque varias veces que lo hizo, ella le devolvía el favor llamándola "Sangre Sucia". Keyla podía ser amiga de Ron, pero odiaba a Harry más de lo que la odiaba a ella. Keyla era la mejor en pociones, y aún así siempre se ponía nerviosa cuando Snape revisaba su poción.

Sentía que algo no estaba bien en ella, muchos no lo notaban, pero había pasado mucho tiempo a su lado ese año como para darse cuenta.

Terminó de escribir su reporte y lo dejo con los otros libros en su mesa. Ya estaba casi curada, y estaba segura de que a principios de Febrero, volvería a la normalidad.

Pero antes de que pudiera cerrar los ojos y disponerse a dormir, alguien entro a la enfermería. Keyla traía un libro en sus manos junto a un pergamino, miraba la enfermería como si buscará algo y lo encontró.

- Vine a no dejarte dormir - habló Keyla parándose al lado de la camilla de Hermione - ¡Aún tienes bigote de gato! - Hermione tuvo que alejar su cara bruscamente cuando Keyla se disponía a tocarla - Te molestaré con eso por mucho tiempo, minina.

- ¿Que quieres, Black? - Keyla rodó los ojos y dejo caer el pergamino sobre Hermione.

- Soy yo la que debería estar enojada, tu eras la que quería investigarme aún después de que te ayude. Cómo sea, Mcgonagall me pidió que te dejará esto - Keyla dejo el libro sobre los demás - Debes leer de la página 116 a la 124 y debes escribir un resumen, responder las preguntas de la 125 y si tienes tiempo, practicar lo de convertir animales en copas - Keyla la miro de arriba a abajo - aunque bueno, tu lograste convertirte en un gato por lo que no debe ser muy difícil para ti.

- Gracias - Murmuro sin mirarla.

- ... Creo que deberías tratar de mejorarte más rápido - habló Keyla un poco suave - Potter y Weasley parecen perdidos sin ti, y ni hablar de esa pequeña pelirroja, últimamente habla con Theo y ya me canse de ella... Tu no eras Tan irritante..

- ¿Gracias?

- Si... Lo que sea, adiós minina - Se despidió Keyla con voz juguetona.

Y de nuevo Hermione se paro a pensar ¿Que le pasa a Black?. Era extraña literalmente.

Tal vez simplemente, le gustaba molestarla.

Cómo lo predijo, logro salir completamente bien de la enfermería a principios de febrero. Y esa primera noche en la sala común, Harry le mostró un libro, que era propiedad T. S. Ryddle