¡A Volar!

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El sueño que tuvo fue muy extraño. Soño con su padre, estaba orgulloso de ella y lo veía a través de un espejo mágico.

Keyla se apoyo en el frío suelo para poder levantarse, no entendía como llego al suelo de su habitación pero tal vez se cayó por la emoción de sueño. Abrió un poco los ojos encontrandose con aquel espejo de su sueño. Miro toda la habitación, no era la suya, era la sala de almacenamiento de la noche anterior.

Al parecer no era un sueño, e incluso llegó a dormir ahí. Seguiría ahí de no ser porque recordó que ese día tendría su primera clase de vuelo. Se levantó tan rápido como pudo y salió corriendo de esa sala sin girarse a ver el espejo.

Aún tenía el uniforme, pero se veía sucia y deplorable. Esperaba que fuera temprano y que sus amigos estén desayunando para que ella pueda ducharse y volver a vestirse antes de ir a clase.

Pronunció la contraseña y entro rápidamente a la sala común, habían unos estudiantes haciendo deberes. Les sonrió y corrió a su habitación, rogando por Salazar que Pansy estuviera dormida.

Los ronquidos la delataron con solo abrir un poco la puerta, entro en silencio y saco su otro uniforme limpio. Después de estar limpia y vestida de forma más decente, utilizo el reflejo oscuro de la ventana para poder peinarse y acomodar su corbata lo mejor posible.

- ¿Ya estás lista? - Giro hacía la voz cansada de su amiga. Pansy tenía una mueca en su cara, ya que no quería levantarse. Poder sentarse fue un gran esfuerzo para ella - ¿Dónde estabas anoche?

- Estuve leyendo en la sala común - Keyla sonrió mientras pasaba sus dedos por su cabello para darle forma - No quería que te quedarás despierta, suelo leer en voz alta - Pansy también sonrió ante la mueca de ternura de Keyla. Creyendo completamente la mentira de Black.

Keyla se quedó sentada en su cama anotando las palabras del espejo, mientras que Pansy se alistaba para ir al comedor.

No sabía que significaba, o Porque vio a su padre en el reflejo, pero quería descubrirlo. Guardo el trozo de pergamino en el bolsillo de su túnica.

En el camino al comedor, tomo un desvío directo a la biblioteca. Le dejo el libro a la bibliotecaria en perfecto estado, por lo que por ahora no tendría que perder puntos. Después de sonreírle y despedirse, se giro encontrandose con Hermione.

Ambas se quedaron viendo con todo el odio que desprendían hacía la otra. Y es que sabían que jamás se podían llevar bien a pesar de que parecían tener cosas en común. Keyla, con su sonrisa arrogante, paso junto a ella chocando su hombro con el suyo.

En el comedor todo fue muy normal, se podían apreciar unos estudiantes temerosos por las clases de vuelo. Otros estaba emocionados e incluso ya estaban pensando en todas las piruetas que harían estando en el aire.

- ¿Puedo saltarme las clases? - Pregunto Pansy, que era una de las que estaba aterrada de subir a una escoba.

Parecía fácil a simple vista. Pero mantener el equilibrio, tener la fuerza suficiente para sujetar la escoba, soportar el viento en los ojos y no tener miedo caerte, hacían de vuelo una de las clases más difícil. O practicabas mucho o naces sabiendo.

Keyla espera ser la segunda, que fuera un don natural, algo innato. Ya que su tío jamás apoyo, ni apoyara su gusto por el deporte, nunca práctico sobre una escoba de verdad.

Y tener una escoba junto a ella se convirtió en el mejor sentimiento de todos.

La maestra Hooch Era una mujer que llamaba la atención por su físico, sobretodo sus ojos. Su piel era blanca, sus cabellos eran grises y contaba con unos brillantes ojos amarillos. Al igual que la mayoría de maestros, se veía imponente.

¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora