¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)

La batalla de Hogwarts

El techo encantado del Gran Comedor estaba oscuro y salpicado de estrellas, y bajo él las cuatro largas mesas de las Casas estaban llenas de estudiantes desaliñados, algunos con capas de viaje, otros en bata. Aquí y allá brillaban las figuras blanco perladas de los fantasmas del colegio. Cada ojo, vivo o muerto, estaba fijo en la profesora McGonagall, que estaba hablando desde la elevada plataforma en lo alto del Comedor. Detrás de ella se encontraban el resto de profesores, incluyendo al centauro palomino Firenze, y los miembros de la Orden del Fénix que habían llegado para luchar.

- ... la evacuación será supervisada por el señor Filch y la señora Pomfrey. Prefectos, cuando de el aviso, organicen a sus casas y lleven a los estudiantes a su cargo de forma ordenada al punto de
evacuación.

Keyla estaba en la pared junto a Harry, sus amigos estaban en la mitad de los estudiantes de Slytherin, pero ellos estaban tratando de encontrar a Ron y Hermione entre los de Gryffindor.

- Y si queremos quedarnos y luchar? - Preguntó un chico de Hufflepuff.

- Si son mayores de edad, pueden quedarse.

- ¿Y qué pasa con nuestras cosas? - habló una chica en la mesa de Ravenclaw - ¿Nuestros baúles, nuestras lechuzas?

- No tenemos tiempo de recoger posesiones - dijo la profesora McGonagall - Lo importante es sacarlos de aquí sin contratiempos...

- Harry ¿Estás completamente seguro de esto? - Preguntó Keyla en voz baja sosteniendo su brazo.

- Es muy tarde para dudar, Keyla. - Respondió Harry y Keyla suspiro - Sé que no planeas rendirte, yo tampoco.

- No es eso, me refiero a que... Si estás dispuesto a enfrentar lo que nos espera después de esto... No todos saldrán con vida. - Harry vio como Keyla miro a sus amigos y a la orden, exactamente a Remus. - Nosotros ya perdimos a nuestra familia, pero ellos la perderán.

- Nosotros no hemos perdido a nuestra familia - Murmuró Harry. - Seguimos siendo Potter y Black, somos familia.

- Ya hemos colocado protección alrededor del castillo - estaba diciendo la Profesora McGonagall - pero es poco probable que aguante durante mucho tiempo si no la reforzamos. Por tanto, debo pedir que se muevan rápido y con calma, y que hagan lo que los prefectos di...

- ¿Y que pasará después de que... - Trato de Preguntarle Keyla a Harry

Pero sus palabras finales fueron ahogadas por una voz diferente que resonó por todo el Comedor. Era alta, fría y clara. No se podía decir de dónde venía. Parecía emitirse desde las mismas paredes.

- Se que muchos de ustedes querrán pelear, incluso algunos pensaran que pelear es sensato pero es una locura. Tengo mucho respeto por los profedores de Hogwarts, no quiero derramar sangre magica. Entreguenme a Harry Potter y a Keyla Black, y nadie saldrá herido. Entreguenlos y dejaré a Hogwarts intacto. Tienen hasta media noche.

Todas las cabezas se giraron, todos los ojos los miraron. Todas las personas habían dado toda su atención a los chicos que estaban en un rincón contra una pared. Antes de que pasara otra cosa, alguien en la mesa de Slytherin se levantó mirando a Keyla.

- ¿Que están esperando? - Preguntó Daphne Greengrass. - Atrapenlos.

Pero nadie más la siguió, en la misma mesa Astoria Greengrass se levantó apuntando a su hermana con su varita.

- Ni te atrevas, Daphne. - Murmuró La castaña.

Los Gryffindors que tenía delante se habían levantado y se enfrentaban a los Slytherins, no a Harry ni a Keyla. Entonces los Hufflepuffs se levantaron, y casi al mismo tiempo los Ravenclaws, todos con la espalda hacia Harry, todos mirando a Daphne. Y Keyla, asombrada y abrumada, vio salir varitas de todas partes, sacadas de debajo de las capas y de las mangas.