El Primero de Muchos

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Keyla y Harry estaban frente a una puerta donde, se supone, sus familias los esperan. Era obvio para ambos que Sirius no iba a estar detrás de la puerta.

- ¿Crees que tus tíos este adentro? - Le pregunto Keyla a Harry que de inmediato hizo una mueca de desagrado.

- Espero que no... ¿Y los tuyos? - Keyla le devolvió la mueca de desagrado al pensar en Lucius.

- Espero que no - Respondió de vuelta. Los dos se miraron, creyendo que no habría nadie detrás de la puerta.

Ambos entraron a la sala. Cedric estaba junto a sus padres, al igual que Krum, Fleur estaba junto a su madre y su hermana. Ambas chicas la saludaron a ella y Harry, la mujer les sonrió al ver a sus hijas tan contentas. Al fondo del salón vieron a Molly y Bill.

Lo extraño de esa situación es que, justo al lado de Molly, una mujer rubia y de hermosos rasgos sostenía una correa que terminaba en un gran perro negro limpio y con un lazo en la cabeza.

Keyla corrió hasta su tía y la abrazo, la mujer le beso la mejilla con una sonrisa de orgullo.

- Me alegra que estés aquí - Habló Keyla mirando a su tía.

- No podía perderme esto, no me gusta que estés ahí, pero tenía que venir y apoyarte - Narcissa beso la frente de Keyla tomando su mano. - Y fue un gran momento para molestar a mi querido primo - susurro.

El perro se abalanzo sobre Keyla colocando sus dos patas delanteras en sus piernas. Keyla estaba confundida pero feliz de ver a su tía con su padre. Acaricio la cabeza del animal y soltó una carcajada al ver el moño rosa.

- ¿Lo sabías? - Pregunto Keyla mirando a su tía.

- ¿Que Sirius era y es un perro? - Siguio su tía en voz baja. - Por supuesto, le dije a tu madre por mucho tiempo que buscará algo mejor, pero al parecer le gustaban las pulgas. - El perro gruñó y trato de quitarse el moño con las patas - Quieto pulgoso, No creías que vendrías conmigo luciendo como un vagabundo ¿O si? - Keyla vio la sonrisa de satisfacción en su tía y como el perro la miraba mal.

- Saludaré a los Weasley - aviso Keyla, la rubia asintio mientras trataba de mantener a Sirius quieto. - Señora Weasley.

Molly la abrazo con fuerza dejándola casi sin aire.

- Keyla, ¿Cómo estás? - Pregunto con un tono maternal muy parecido al de Narcissa.

- Hola, Keyla - Bill también se agachó dándole un pequeño abrazo.

No. Piensa en Hermione. Hermione, Hermione, Hermione.

- Hola, Bill - Habló cuando logro evitar su sonrojo y pensar en Hermione. - ¿Cómo están?

- Bien, Charlie quería venir pero no le han dado el permiso. - Y Gracias a Merlin, o Keyla ya se hubiera desmayado.

¡Her- mio - ne! ¡Hermione!

- Si, no lo pude ver en la prueba del Dragón pero espero que esté bien - Respondió Keyla.

- Queríamos dar una vuelta con Harry ¿Vienes, linda? - Pregunto Molly.

- Estaré con mi tía - Los Weasley asintieron y se despidieron de ella y de Narcissa para salir con Harry.

Keyla vio a Fleur, que tenía una pequeña sonrisa mientras seguía a Bill con la mirada, y la entendía. Si ella no estuviera hechizada por Hermione, hubiera querido estar con Bill o Charlie. Además, si Fleur resultaba en algo con Bill, sería parte de la familia.

- ¿Podemos dar un paseo? Draco debe estar por ahí - Propuso Keyla, el perro ladro y Narcissa asintio.

- Orión tendrá que irse en un rato, es muy arriesgado que se transforme sin querer y lo descubran - Aviso Narcissa, el perro sollozó triste.

¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora