Los gatos caen de pie

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Cenar con los Weasley era completamente diferente a cualquier otra cena que haya tenido a lo largo de su corta vida.

Por un lado, Charlie hablaba de sus dragones. Bill... Parecía tan perfecto, al menos para Keyla. Fred y George le contaron sobre "Sortilegios Weasley" una tienda de bromas que querían abrir cuando salieran de Hogwarts. Percy, ni siquiera fue a cenar por hacer un informe o algo así, cosas que a Keyla no le importaban. Ginny hablaba con Hermione. Ron hablaba con ella cuando sus hermanos la dejaban en paz. Arthur hablaba de su trabajo y les preguntaba a ambas como era mundo muggle. Molly de vez en cuando regañaba a los gemelos, ya que ella quería que trabajarán en el ministerio en vez de hacer una tienda de bromas.

Eran tantas personas, Keyla no sabía a cual de todos los Weasley mirar. Y aún faltaba Harry, al que irían a recoger al otro día por la tarde.

Si ella fuera una Weasley estaría acostumbrada a esta clase de cenas. Pero como era una Black criada como Malfoy, se mareaba al escuchar a los gemelos hablando al mismo tiempo mientras que Ron le preguntaba si se comería todo lo de su plato, y la risa de Hermione la distraía.

Pero todos parecían tan felices, que deseo haber nacido siendo una Weasley. Después recordó a su padre y se le pasó.

Al terminar la cena, Keyla, que había estado con la madre de Hermione todo el tiempo en la cocina, ayudaba a Molly con los platos. Era más fácil, porque la señora Weasley si usaba magia.

Su nueva habitación consistía en tres camas organizadas de una manera que les dejaba espacio para caminar y poco más. Ella compartiría habitación con Hermione y Ginny.

La primera vez que vio la habitación se sorprendió al ver afiches de equipos de Quidditch, pero lo que la dejo más incómoda fue ver una carta, con la letra de Theo, sobre el pequeño escritorio de la pelirroja.

Trato de no vomitar y se instalo en su cama, ignorando el constante murmullo que había entre Hermione y Ginevra. Estaba apunto de hechizarlas para que se quedaran calladas, entendía que fueran mejores amigas, lo que no entendía era que no la dejarán dormir.

Se obligó a dormirse cuando escucho a la pelirroja decir. "Si te digo quien me gusta, tu me dices quien te gusta". A Hermione no le gustaba nadie, era obvio. Pero no quería escuchar a Ginevra hablar de Theo.

Al otro día, Keyla se despertó con Ginny mirándola de forma sospechosa, como si supiera algo que ella ignoraba. Obviamente, Black la ignoro y prefirió ir al baño para asearse en vez de preguntarse ¿Que demonios le pasaba a esa?

Salió del baño envuelta en una toalla y camino rápidamente hasta la habitación para que ningún chico Weasley la viera. Había escuchado a Molly llamandolos para desayunar, por lo que todos debían estar en el piso de abajo y no había problema en que andará con toalla hasta la habitación.

Entro y cerró la puerta, se quitó la toalla del cabello y estaba apunto de quitarse la del cuerpo, si no es por que logro ver qué Hermione seguía en la habitación.

-¿Que haces aquí? - Hermione se quedó paralizada un momento tratando de ver cualquier otra cosa que no fuera Keyla.

- ¿Te paseas en toalla por una casa llena de hombres? - Pregunto Hermione cruzándose de brazos y girandose para no verla.

- El baño está a dos pasos de aquí, no me verían aunque quisieran - Respondió Keyla y camino hasta su baúl para sacar su ropa - ¿Y podrías tratar de no babear?

- Ya quisieras - Hermione estaba colorada, y Keyla lo notaba. La castaña salió de la habitación cuál Saeta de Fuego.

Para Black resultó ser muy gracioso. Hermione sonrojada de vergüenza era todo un espectáculo. Pero cuando Hermione se fue, fue Keyla quien tuvo que poner una almohada en su boca para poder gritar.

¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora