¡Se abren las apuestas!

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Keyla dió unos pasos hacia atrás mirando la calavera que se había formado en el cielo, por un momento sintió un ligero mareo, que desapareció cuando Hermione la jalo de la bata para huir de ahí.

- ¿Saben lo que significa? - pregunto Harry corriendo junto a ellos.

- Es la marca tenebrosa, la marca de Voldemort - Respondió Keyla - ¡Draco! Busca a tus padres - El rubio asintio y se fue en otra dirección.

Los cuatro siguieron corriendo hasta llegar de vuelta al lugar de las tiendas, pararon en seco cuando vieron a unos veinte magos rodeandolos.

- ¡Abajo! - Grito Harry tomando la ropa de todos y empujandolos al suelo.

- ¡Desmaius! - Gritaron varias voces.

Keyla levantó un poco la mirada, viendo muchos rayos rojos pasar justo sobre su cabeza y terminar en los arbustos o árboles.

- ¡Alto! ¡Es mi hijo! - Grito el señor Weasley. Los rayos rojos cesaron y el hombre corrió hacia los chicos - ¿Están bien? - pregunto agitado.

- ¿Quien ha sido? - Pregunto Barty Crouch, un hombre del ministerio - ¿Quien la ha invocado? - Fulminó con la mirada a los cuatro adolescentes y los apunto con la varita.

- Eso estúpido - Habló Keyla - Ninguno de nosotros lo hizo.

El hombre la miro como si se le fueran a salir los ojos y la apunto con la varita.

- Black... Que coincidencia que ese apellido siempre trae problemas - Keyla se mordió el labio con fuerza cuando sintió el enojo recorrer su cuerpo - Los hemos descubierto en la escena del crimen.

- Barty, son solo niños, no pudieron haberla hecho - Habló el señor Weasley apresurado - ¿De dónde ha salido la marca?

- De ahí - Hermione apunto al bosque - Gritaron unas palabras... Un conjuro.

- ¿Con que estaban allí? - Crouch dejo de mirar a Keyla para mirar a Hermione - ¿Con que un conjuro? Usted parece saber mucho de la manera de invocar la marca tenebrosa, señorita.

Nadie más creía que ellos pudieron haber invocado la marca, por el contrario apuntaron con sus varitas al lugar que había señalado Hermione. Amos Diggory fue hasta allá para asegurarse de si habían atrapado a alguien. Y si lo habían hecho, pero no era el que esperaban.

Amos volvió con una criatura desmayada entre sus brazos. Era Winky.

- Es imposible que la elfina de Barty lo hiciera - Habló el señor Weasley - la marca es la señal de un mago, necesita una varita.

- Y tenía una - Habló el señor Diggory mostrando una varita - De modo que también a infringido la cláusula tercera del Código de Usó de la Varita Mágica: "El uso de la varita mágica no está permitido a ninguna criatura no humana".

Eso era algo difícil de creer, Winky, una pequeña elfina doméstica, invocó la marca tenebrosa. No tenía sentido por dónde sea que se mirara, incluso, Keyla estaba segura de que la voz que escucho y era notablemente más grave que la de Winky.

Despertaron a la elfina, ella negaba haber realizado el hechizo. Decía que solo había encontrado la varita y que la recogió, pero no era capaz de hacer el conjuro. Harry reconoció la varita como la suya, pero era imposible que Harry Potter quisiera llamar al señor Tenebroso, eso tampoco tenía sentido.

- ¿Sabes que hay un hechizo para saber cuál ha sido el último conjuro hecho por una varita, pequeña elfina? - Gruñó el señor Diggory, mientras la pobre Winky negaba temblando - ¡Prior Incantato!

¡Sangre Sucia!.... No me dejes (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora